Hoy vamos a hablar de nuestro querido fútbol argentino, de la pasión que demuestran día tras día los hinchas de los clubes dentro y fuera de la cancha.
Los argentinos en un cien por ciento no son de insultar a sus jugadores, tampoco dicen cosas obscenas. Las frases que más se escuchan en las canchas hacia un jugador son: «¡Amigo, mi madre que tiene ochenta y cinco años corre más rápido que vos!», «¡Tenés el freno de mano puesto!», ¡Tenés menos velocidad que la tortuga Manuelita!, entre otras. Hasta se puede escuchar: «¡Flor de la V tiene más huevo que vos!». Pero, para los que no conocen el fútbol argentino, se sabe que esos no son insultos graves, solamente es un grito de aliento que viene desde el fondo del corazón de la tribuna, con el hincha que no puede parar por esa pasión.
Muchas veces —en general la mayoría de veces—, el jugador que está por la raya escucha esas palabras motivacionales y corre velozmente a trabar con la cabeza. Literalmente, en Argentina, se «Traba con la cabeza» (al igual que Flor de la V). Justamente, ese jugador siempre juega por la «línea blanca de cal», como lo hacia nuestro gran amigo Maradona desde afuera de la línea. Al jugar por la línea podés escuchar esos gritos desde la tribuna porque estás más expuesto que otros compañeros, mucho más si te ponen de «Cuatro» (como lo hicieron con Flor de la V), ya que, lamentablemente, el cuatro ha ido más para atrás que para adelante con los años. Ya no quedan más jugadores en ese puesto como Dani Alves, El Negro Ibarra, La Hormiga Hernán Díaz y La Locomotora Éber Ludueña para hacer ese ida y vuelta por toda la raya blanca de cal que tanto le gustaba a Claudio Paul Caniggia.
La violencia en nuestro fútbol es algo impensado, ya que nunca hubo un disturbio, ni dentro ni fuera de la cancha; más allá de nuestra pasión, cumplimos con todas las leyes al pie de la letra porque somos cuarenta y cuatro millones de argentinos responsables. Nunca, pero jamás de los jamases —se los juro por la Virgencita de Tití y Benedetto—, a ningún club lo sancionaron por haber tirado piedras, ni por palos, ni por romper autos, ni por prender fuego, entre otras cosas. El racismo en nuestro fútbol no existe, ya que nunca saltamos, ni cantamos canciones del tipo de «El que no salta es un inglés» o esa que dice «Brasil, decime qué se siente tener en casa a tu papá». Nosotros somos los más humildes y respetuosos del mundo, igualmente, ya lo sabíamos, ya que nunca nos burlamos de nuestros rivales, por más que hayan perdido 7 a 1 en el mundial que organizaron en su propia casa. Somos más que eso, somos el pueblo y el carnaval… ¿Brasil, decime qué se siente? MIRÁ QUE TE COMO… como en la final de la copa América.
Muchachos y muchachas de todas las clases sociales y razas étnicas, el fútbol argentino es el paraíso social maíz grande du mundo, y nunca vamos a ir a «bailar al carnaval de Río de Janeiro» (bailamos en la cancha) porque no tenemos ese ritmo musical ni tropical en nuestras venas, solo tenemos una sola cosa que se llama «Queremos que vuelvan los hinchas a la cancha ya, o qué quilombo se va armar».
En esta cuarentena sabemos que somos conscientes y competentes porque nos están privando de ver nuestro fútbol por la TV Pública o por «EA Sports Chi ni geims», entonces, exijo a las autoridades inminentes y recurrentes que, por lo menos se pueda jugar con tapaboca y con el debido distanciamiento racial, perdón, «social». Después de todo lo ocurrido con la pandemia, desde aquí queremos enviarle humildemente varias propuestas, y una de ellas sería que, en un córner a favor o en contra, el juez tiene que sacar un metro de su bolsillo (de un metro y medio) para medir la distancia de cada jugador dentro del área (así también evitaremos estar cerca de esos jugadores con olor a chivo y mal aliento), el jugador que no cumpla la ley de distanciamiento racial, digo, social, será sancionado: el juez, rápidamente, sacará de su bolsillo la tarjeta roja, se la mostrará al jugador rebelde por no cumplir la ley y, velozmente, de su otro bolsillo, le sacará un «Test de David 19» y se lo entregará muy amablemente para que se vaya al vestuario ¡Sinvergüenza! Otra propuesta que tenemos para los laterales, más comúnmente llamados Obol, sería que, los alcanza-pelotas tengan cada uno en sus manos varias botellitas de 500 centímetros cúbicos de alcohol en gel, entonces, cuando se hace el lateral, el jugador obligatoriamente lo use en sus manos, si no acata esa ley, el juez le podrá sacar una tarjeta amarilla.
Otras de nuestras muy geniales propuestas es que los arqueros ya no usen más guantes profesionales de las mejores marcas del mundo, sino que usen guantes de latex y, cada vez que ataje una pelota el arquero titular, el suplente estará pendiente detrás del arco y le alcanzará unos guantes nuevos y esterilizados, por supuesto, todas las veces que sea necesario. Ya no se podrá sacarle la pelota al rival porque no puede haber contacto físico, entonces, lo que proponemos, desde nuestra «sensatez muy sensata» para que el fútbol sea más serio es jugar con menos jugadores dentro del campo y pasar de once a jugar solamente con cuatro.
Otras de las medidas, y muy importante, es el vestuario donde se cambian, hablan, toman mate y se bañan todos juntos. Les proponemos que solamente entren al vestuario de a cinco jugadores por vez, y, cuando se bañen, ninguno pueda enjabonarle la espalda a su compañero como una regla principal. En el entretiempo, una vez que haya terminado el primer tiempo, antes de ir al vestuario, pretendemos que se queden dentro de la cancha firmando autógrafos a la hinchada, siempre respetando el metro y medio de distancia y con el tapabocas dispuesto y por-su-puesto, en la boca, avalado por la OMS que quiere decir «Operación Manejada sin Sentimientos». Solamente podrán jugar jugadores que midan menos de un metro y medio, ya que es el espacio máximo de distanciamiento social pero tampoco podrán jugar jugadores que midan más de dos metros, para eso tienen la NBA que quiere decir «Negros Bastante Altos».
Queremos el fútbol y sabemos de propuestas geniales para todos, todas y todes. Queremos ver cómo en el fútbol argentino se le quiebre…perdón, se le quiere al rival de toda la vida y gritarle en la cara esas frases que decimos aquí sin tapujo: «¡Sos un pecho frío!», «¡Hacete de un club que tenga hinchada!», «¡Ganá la copa!» «¡Vos sos de la V!», «¡Los grandes nunca descienden!», «¡Ganá una final!», entre otras. Estamos dispuestos a armar el nuevo reglamento con tal que el fútbol argentino sea más competitivo. Tenemos la dedicación y la inteligencia emocional para hacer del fútbol un nuevo negocio, perdón, un nuevo ocio, para que la gente pueda volver a disfrutar como siempre lo ha hecho.
Como última sugerencia a las autoridades incompetentes, tenemos otra propuesta para los jueces de línea: que con una mano lleven el banderín y con la otra mano sostengan una pistola laser, con un termómetro inteligente para apuntar a los jugadores que están cerca de la jugada, y así tomarle la fiebre a cada segundo; a su vez, tienen que estar atentos a la posición adelantada sin perjudicar a los rivales como lo hicieron en la CONMEBOL. Con eso, todos estaremos más seguros, ya que, si alguno tiene fiebre en el mismo momento, los jueces de línea levantarán sus banderines para llamar al juez principal y así podrán sancionar duramente al que tenga más de 37 de sensación térmica. También proponemos dos jueces más en los costados de los arcos, pero estos sin banderines, solamente con el comunicador más la pistola laser para así tomar la fiebre a los jugadores que pasen cerca de ellos.
«Necesitamos armar un colectivo», dijo El Narigón Bilardo antes de jugar la final de 1986, para que nuestro rival no pueda perforar la defensa sólida que teníamos, en cambio hoy, nosotros necesitamos armar un colectivo de cuatro ruedas para poder llevar a los jugadores al entrenamiento. Tenemos las «herra-mientas» para poder hacer del fútbol un deporte mucho mejor, seamos inteligentes y hagamos que vuelvan los hinchas a las canchas, se los pido por la Virgencita de Tití y Benedetto, por la planta de aloe vera, y por Cristi-Ano Ronaldo… Como dijo nuestro amigo Julio Grondona: «En fin, todo pasa».
«¡Arriba los que aman la pelota!» dijo El Piojo López (jugador de Racing y de la Selección Argentina).
Y brindemos porque los hinchas vuelvan antes de diciembre… de algún año.
Saludos cordialmente.
Ford Ever Ludueña
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