Cuando fracasar en el amor te lleva a hacer arte con lo que queda de uno mismo
La gran mayoría de las personas sufrieron uno o varios fracasos amorosos a lo largo de la vida. Esta situación lleva a que atraviesen nuevas experiencias y aprendan a considerar sentimientos que van del desapego a la depresión en un vaivén que solo se calma con el paso del tiempo.
He aquí que desde el año 2006 existe un museo en Zagreb, la capital croata, donde se puede hacer algo con todo eso que ya no te pertenece. A lo largo de los años, la colección visitó países como Argentina, Bosnia y Herzegovina, Alemania, Macedonia, Filipinas, Serbia, Singapur, Eslovenia, Sudáfrica, Turquía, el Reino Unido y los Estados Unidos, con más de 200.000 visitantes.
Museo de las Relaciones Rotas
The Museum of Broken Relationships fue fundado por Olinka Vištica, actualmente productora de películas, y su expareja Dražen Grubišić, actualmente escultor. Los dos artistas tuvieron una relación amorosa de cuatro años, la cual llegó a su fin en el año 2003. Ambos plantearon la posibilidad de crear un museo que contenga los objetos que alguna vez fueron de los dos. Luego de tres años Drazen contactó a Olinka para concretar la idea, y así, con la colaboración de amigos y familiares abrieron sus puertas por primera vez en 2006 en Glyptotheque, Zagreb.
Celebrar el poder de la ruptura
El interés en este museo radica en que podés dejar guardado un objeto que en un momento particular te hizo feliz, ya que donarlo ayuda a enfrentarte a esa parte de la vida que simplemente se ha terminado.
Existe también un muro en el que cualquier visitante puede contar su historia, desahogarse un poco y sacarse un peso de encima. Escribir y dejar lo que escribiste atrás, distante, puede colaborar para entender la situación desde otro punto de vista.
The Museum of Broken Relationships y sus objetos donados
Los objetos expuestos son muy diversos. Van desde cartas con poemas, fotos con alfileres clavados, flores marchitas hasta enanitos de yeso, bombachas de encaje y un hacha, entre otros. Cada uno, con su singular historia, le da al museo un tinte innovador, ya que es muy sencillo desprenderse de objetos banales, pero cuando hablamos de amor y cariño todo lo que se compartía con un «otro» significa un dolor profundo.
Seguramente, quien haya pasado por una situación de fracaso amoroso sabrá disfrutar de esta exposición, que no es más que un baúl de recuerdos olvidados desde el respeto por el sentimiento compartido.