¡Qué lindos son los hobbies! ¡Los hobbies han sido creados para ser disfrutados! Según la Real Academia Español, un hobby es “un pasatiempo, entretenimiento que se practica habitualmente en los ratos de ocio”.
En esos momentos en los que no trabajamos, deseamos realizar actividades que nos ayuden a despejar la mente, a relajarnos, a salir de la rutina. Crear, dibujar y pintar mandalas puede ser una gran elección.
La palabra mandala proviene del sánscrito –lengua clásica de la India– y significa círculo o rueda. Los mándalas son utilizados desde tiempos antiguos. Tienen su origen en la India. Alrededor del Siglo VIII llegaron al Tíbet y luego se expandieron por todo Oriente.
Los mandalas pueden ser utilizados con varios fines. Desde hace más de 20 años, en varios países europeos, se utilizan como un instrumento educativo y de rehabilitación. A su vez, los mándalas infantiles pueden servir como estímulo de aprendizaje, medio de expresión, y superación de situaciones emocionales complicadas. Hoy en día, los mándalas son creados y pintados principalmente como técnica de relajación y reflexión. ¿Por qué pintar mándalas sirve para relajarse y meditar? Por varias razones ya que sus beneficios son múltiples: permiten encontrar el equilibrio, el conocimiento de sí mismo, la calma interna, vencer la rutina y el estrés, liberar pensamientos negativos, y desarrollar la paciencia y la creatividad.
El trabajo con los mándalas puede ser observarlos, dibujarlos o simplemente pintarlos. Su práctica es Apta Para Todo Público como diría la placa previa a las películas infantiles en los cines. Es una actividad para todas las edades. Desde niños, adolescentes, adultos y ancianos. Absolutamente todos pueden crear y pintar mándalas como forma de entretenimiento, distracción y relajación.
La ventaja de este pasatiempos es que está al alcance de todos. Solo se necesitan lápices de colores, marcadores o crayones. También pueden utilizar acuarelas o témperas. Uno puede pintar mándalas ya creadas o crear las propias. La elección de los colores es importante ya que cada color tiene un significado y va asociado con nuestro estado de ánimo:
El color blanco, simboliza pureza, creatividad, iluminación y perfección.
El negro, rectitud, muerte, misterio e ignorancia.
El gris, evasión, sabiduría y pasividad.
El rojo, fuerza, pasión, amor y sensualidad.
El azul, tranquilidad, dignidad, felicidad y posibilidad de cambio.
El amarillo, sociabilidad, celos y jovialidad.
El índigo, armonía.
El verde, salud, naturaleza y esperanza.
El color dorado, admiración, poder y vitalidad.
Sin embargo, más allá de la importancia del significado de cada color, al momento de pintar uno debe olvidarse de cómo combinarlos entre sí o cuál elegir. Simplemente hay que dejarse llevar.
Es fundamental entender que la actividad de pintar mándalas es una actividad libre que nunca debe ser impuesta. Es un momento placentero y hay que disfrutarlo como tal. Es recomendable trabajar con los mandalas a plena luz del día o con muy buena iluminación. Estar en una posición tranquila y dedicarle tiempo es primordial. El mandala puede ser pintado de adentro hacia afuera o viceversa. Pintarlo del centro hacia afuera ayuda a exteriorizar las emociones mientras que, pintarlo de afuera hacia adentro resulta más relajante ya que significa que estás buscando en tu interior. Ambas técnicas son correctas pero una vez elegida es importante mantener esa misma dirección. Dice la leyenda que NUNCA se debe empezar otro mándala hasta que el anterior no esté acabado.
En la actualidad, está de moda viajar a la India y conocer su cultura tan distante y distinta a la nuestra. Es por eso, que los mándalas también están de moda. Cada vez más gente se interesa por adentrarse al mundo de los mandalas, crearlos, entender su significado y colorearlos con el fin de relajarse, aislar la mente y encontrar el equilibrio interno. No es fácil, pero es cuestión de práctica. Como lo es todo en la vida. Práctica, práctica y práctica.