Numerosos pueblos originarios aún mantienen un idioma distinto del idioma del país o la región en que residen. Sin embargo, muchos también han perdido sus lenguas nativas o están al borde de la extinción debido al desalojo de sus tierras o a la reubicación en otros territorios. Hablan más de 4.000 de los 7.000 idiomas que existen en el mundo, si bien ciertas estimaciones indican que más de la mitad de los idiomas del mundo están en riesgo de extinguirse para 2100.
Se estima que hay 476 millones de personas indígenas en todo el mundo. Aunque constituyen solo el 6 % de la población mundial, representan alrededor del 19 % de las personas extremadamente pobres. Su esperanza de vida es hasta veinte años inferior a la de las personas no indígenas a nivel mundial. Los pueblos indígenas carecen de reconocimiento formal de sus tierras, territorios y recursos naturales. Suelen ser los últimos en recibir inversiones públicas en servicios básicos e infraestructura y enfrentan múltiples obstáculos para participar plenamente en la economía formal, obtener acceso a la justicia y ser parte de los procesos políticos y la toma de decisiones.
Si bien estos pueblos poseen, ocupan o usan una cuarta parte de la superficie del mundo, salvaguardan el 80 % de la biodiversidad restante. Estudios recientes revelan que las tierras forestales sujetas a la gestión colectiva de las comunidades locales y de estos pueblos contienen al menos una cuarta parte de todo el carbono superficial de los bosques tropicales y subtropicales. Además, tienen conocimientos y experiencias ancestrales esenciales sobre cómo adaptarse, mitigar y reducir los riesgos climáticos y de desastres.
Carencias
La falta de acceso al agua potable que afecta a muchas comunidades, y que es un reclamo histórico y persistente en el noreste y en el noroeste argentino, provocó problemas serios de subsistencia, debido a la postergación de las obras y la ausencia de alternativas para el acceso. Sin este bien indispensable es imposible cumplir con los protocolos sanitarios básicos recomendados por las autoridades.
Con frecuencia, los centros de servicios de salud pública de los territorios comunitarios no tienen los recursos e insumos suficientes. Por ejemplo, la mayoría de las comunidades del Pueblo Diaguita y Lule de Tucumán, sólo tienen acceso a servicios de salud primarios o de baja complejidad, con recursos limitados. Un informe de instituciones académicas de Argentina, demostró que el diseño de políticas públicas para la prevención y tratamiento del COVID 19 desconoció la realidad de las comunidades.
Es vital concientizarse sobre la historia de cada pueblo pueblo indígena. Son los verdaderos dueños de estas tierras americanas que les fueron quitadas a un precio de sangre. Mi homenaje a cada uno de ellos para reivindicar su integridad. ¿Conocías esta realidad?