“La musicoterapia es una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas, con participación activa o receptiva por parte del paciente”,(Congreso Mundial de Musicoterapia, París 1974).
Todos sabemos reconocer cuando una canción nos parece alegre o triste, según cómo responde nuestro estado de ánimo a las melodías de numerosas obras. Pero estas melodías también son utilizadas como método para curar o reducir diversas afecciones a la salud.
La musicoterapia se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, adicciones a las drogas, afecciones pulmonares, y contribuye a la prevención de suicidios, entre otras.
Según el esquema básico de trabajo se contemplan tres aspectos: la interacción del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento básico, dinámico y potente orientador de procesos psicomotrices.
La música funciona como facilitador para las relaciones humanas. El tratamiento puede ser individual, grupal o ambos. Tanto en niños, adultos, o gente de la tercera edad, sirve para estimular el aprendizaje, mejorar la socialización, desarrollar y poner en práctica habilidades para resolver problemas y conflictos. En el aspecto individual, para lograr cambios positivos en el estado emocional, mejorar el funcionamiento físico y psicológico.
La idea es reconocer que la mayoría de las enfermedades se originan cuando alguna parte del cuerpo deja de generar un estímulo determinado, y esto reproduce una enfermedad.
Con la respiración, como proceso rítmico, una respiración sostenida ayuda a calmar, controlar emociones y estimular el pensamiento. Una respiración rápida, nos puede llevar a pensamientos dispersos.
Finalmente en este proceso, el corazón humano esta sintonizado con la música, que es un calmante natural ya que un ritmo relajado, calma el cuerpo y uno rápido aumenta las palpitaciones.
Para evaluar el alcance de esta terapia, hay que tener en cuenta también la influencia de la música en la tensión muscular, efecto conocido como “Terapia Vibroacústica”, la generación de endorfinas, sedantes naturales del cerebro y la función como refuerzo inmunológico.
En Argentina existen varios centros que se dedican al estudio y a la aplicación de la musicoterapia, la Asociación Argentina de Musicoterapia (ASAM), afiliada a la Federación Mundial de Musicoterapia, trabaja con un cuerpo de profesionales y médicos destacados para ello.