Sudamérica, un continente con toda la riqueza demográfica, geográfica, cultural, etc. Es uno de los lugares en el mundo con más altos niveles de pobreza extrema, paradójicamente.
¿Por qué somos pobres en Sudamérica?
En esta oportunidad, no pretendo llenar sus retinas, de palabras que ya conocen acerca del pedazo de suelo con magia, como lo denomino usualmente; sería un acto de hipocresía total, el hecho de escribir lo que muchos escriben, sin ir más allá, sin entender por qué en la actualidad vivimos la realidad que vivimos y lo qué es peor, sin brindar soluciones reales.
Hay 3 factores fundamentales –bajo mi humilde opinión-, que exponen al mundo nuestras debilidades, opacando prácticamente todas las fortalezas, que como sociedad tenemos. El primer factor, es el pilar de cualquier sociedad: La educación. No podemos continuar ignorando ni mucho menos incluyéndonos en el sistema actual de educación que rige al continente.
Un modelo en el que el profesor finge enseñar y en el que el alumno aparenta aprender, pero que no sale de ahí. Más allá de la lucha eterna que tenemos en el continente (por obtener una educación gratuita), debemos unirnos y luchar por una educación de calidad, donde los estudiantes prefieran salir de la escuela a hablar de temas que aporten algo a la sociedad y no de novelas de canales nacionales; no pretendo tener una sociedad “aburrida”, como me dicen muchos, simplemente, hay opciones deportivas, culturales y artísticas que pueden ocupar los momentos de ocio de los ciudadanos que vienen en las próximas generaciones a habitar este espacio de tierra, y que para desgracia no se inculcan en muchos de nosotros.
En un segundo renglón, pero no menos importante, tengo que incluir ineludiblemente a la corrupción que azota a nuestra región. Aunque muchos quieran “esconderla”, es imposible hacerlo por estos días. Tenemos una legislación medianamente coherente, pero las personas encargadas de hacerla cumplir, en un porcentaje muy alto, son quienes basan su vida en la corrupción (Porcentaje alto porque conozco 3 policías HONESTOS, a lo largo del continente). Para una familia de clase media o media baja sudamericana, en el momento en que se convierten en víctimas de un delito, no saben a quién temer mas, si a los mismos delincuentes o a la Policía.
Esta corrupción, por supuesto que empieza desde las esferas más altas del poder, hasta llegar a ser casi un tatuaje grabado en la conciencia colectiva de todos los países de la zona. Hay corrupción en todas las clases sociales y contextos, pero somos nosotros quienes tenemos las herramientas, para terminar con esta ola de mala gestión.
El tercer ítem, fundamental desde mi punto de vista, es nuestra propia mentalidad. No podemos continuar pensando desde la mediocridad, no podemos continuar pensando que Europa es Europa porque ellos están allá y nosotros acá ¿Sera que los asiáticos tienen más de un cerebro que nosotros y por eso han evolucionado tanto, desde el punto de vista social? Debemos asumir responsabilidades y comprender que el cambio solo va a surgir si nos unimos, si dejamos de ser seres tan individualistas, tan planos, tan “cómodos”.
No podemos volver a decir frases como “porque si”, “¿Pero qué podemos hacer?” y “¿Para qué cambio yo, si todo va a seguir siendo igual?” porque esto en realidad, es lo que en muchas ocasiones conlleva a que generaciones como la nuestra, continúe viviendo épocas de pobreza.