Acaba de comenzar el 2015 y así como en diciembre la mayoría de la gente acostumbra hacer balances del año (cosa con la que no estoy muy de acuerdo), enero y febrero solemos usarlo para planificar el año y plantearnos nuevos objetivos, o encauzar los que ya están empezados. Esta parte sí me resulta interesante y útil, es lindo pensar en el futuro como un abanico de posibilidades y ver por dónde anda nuestro deseo.
En este momento del año nos encontramos bombardeados por artículos que denuncian que muchas personas no realizan actividad física, acompañados de consejos y sugerencias para no permanecer en el sedentarismo.
Creo que son pocos los casos donde lo que se recomienda es buscar actividades que nos causen placer, que nos propongan recuperar la alegría de jugar de la infancia. Dejarnos llevar por el niño que todos, absolutamente todos, conservamos dentro. Algunos más a flor de piel que otros.
Correr está de moda y tiene mucha prensa
Correr es genial pero tal vez no sea una propuesta muy estimulante para las personas que no se sienten atraídas por la actividad física, sobre todo si se lo encara sólo como un medio para adelgazar o mejorar nuestra capacidad aeróbica.
El running puede ser una manera de hacer nuevos amigos, de disfrutar de la naturaleza, de plantearse nuevos desafíos, de dedicarle un rato a la hermosa tarea de contemplar, de meditar, de estar a solas con nuestros pensamientos sin que la tecnología nos distraiga, de vivir la ciudad de otra manera, de adueñarnos de los espacios públicos, de descubrir de lo que es capaz nuestro cuerpo, de conocer hermosos paisajes; y todo con un gasto relativamente económico, sólo es necesario contar con ropa cómoda y el calzado adecuado.
Más allá del entusiasmo que en lo personal me genera correr, repito: no es el único camino para encontrar placer en el movimiento. Hay cientos de propuestas esperándote.
Si logré entusiasmarte con estas líneas, te doy un par de ideas para empezar:
- Buscá alguna actividad acorde a tus gustos y preferencias. Hay un sinnúmero de propuestas dentro y fuera de los gimnasios; en los clubes, las academias de baile, los parques y las plazas. Deportes individuales o grupales, cientos de ritmos musicales para elevar las pulsaciones: salsa, rock, swing, flamenco, por nombrar sólo algunas. Clases gratuitas en distintos espacios verdes de la ciudad.
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- Si te cuesta mucho arrancar, pedí Un amigo deportista nos puede dar el empujón inicial. También podés contratar un personal trainer que no sólo te va a guiar sino que irá apuntalando tu voluntad hasta que se encienda el entusiasmo.
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- Procurá compañía, es muy probable que entre tus amigos y/o conocidos haya gente en la misma situación que vos y, de a dos, muchas veces es más fácil.
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- No te plantees la actividad física sólo como una inversión, un medio para vivir más, sino como una manera de vivir mejor hoy, de sentirte más liviano y relajado, de entregarte a la aventura y emprender nuevos desafíos.
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- Encaralo con una actitud lúdica, con buen ánimo y disponibilidad para jugar, rescatando así lo mejor de tu infancia.