La noche del 30 de octubre de 1938, el mundo asistía a uno de los fenómenos que más lo ha marcado. Fue el momento que los colocó rumbo a ostentar definitivamente la gran responsabilidad de la etiqueta que los esbozaba ya como el cuarto poder de la sociedad.
Una inocente narración de apenas una hora de duración puso de pronto al mundo entero patas arriba, un fenómeno extraordinario que hoy sería difícil hasta de imaginar, pero que en aquel momento provocó el pánico entre miles de personas que salieron despavoridas, convencidas de que el mundo estaba siendo invadido por un ejército de alienígenas.
La noche de Halloween fue el pretexto perfecto para un programa radiofónico de la CBS, basado en la novela de Herbert George Wells, “La guerra de los mundos”, de 1898. La narración del actor y futuro director de cine Orson Welles desdibujó la fina línea que a veces se encuentra en los medios entre realidad y ficción.
“Señoras y señores, les presentamos el último boletín de Intercontinental Radio News”, daba comienzo el noticiero. “Desde Toronto, el profesor Morse de la Universidad de McGill informa que ha observado un total de tres explosiones del planeta Marte entre las 7:45 P.M. y las 9:20 P.M”.
El pánico
No fue hasta el minuto 40, cuando Welles y su equipo recordaron por segunda vez a los oyentes que la obra se trataba de pura ficción, una adaptación con motivo de la noche de Halloween. Millones de personas sintonizaron la emisión aquella tarde. Otros no prestaron demasiada atención al inicio del relato, por lo que creyeron que se trataba de un noticiero real. Las redacciones de los periódicos, las comisarías de policía y las carreteras de Nueva York y Nueva Jersey quedaron colapsadas en cuestión de unas horas. Ataques de pánico e irrupciones en supermercados para lograr tomar provisiones fueron claros ejemplos que la situación tuvo consecuencias inesperadas.
A pesar de tratarse de un programa semanal basado en la adaptación de obras literarias, Welles había considerado su relato incluso demasiado aburrido para entretener a su público habitual. El potencial del poder de los medios quedó de igual forma demostrado, quizá no como el causante de la propia histeria, pero seguro como responsable de construir sobre la nada el mito posterior del pánico. Handley Cantril dirigió un estudio de la Universidad de Princeton en el que asegura que 1,7 millones de estadounidenses creyeron en la llegada de los extraterrestres al planeta, mientras que 1,2 millones de personas sí se asustaron.
La sobreinformación ha otorgado a la sociedad contemporánea el arma más peligrosa para la opinión pública: la desinformación. ¿Fue la distopía construida por Welles en ‘La guerra de los mundos’ un punto de inflexión en la propagación de la mentira?