Existen cinco lugares en el mundo en que sus habitantes son los más longevos por múltiples factores.
En 2005, Dan Buettner escribió en la revista “National Geographic” sobre las zonas azules. Se refería a los lugares donde la esperanza de vida es la más larga del mundo y donde se reducen considerablemente los índices de enfermedades coronarias, de cáncer y de demencia senil. La mayoría de las zonas azules son islas o penínsulas
Las más importantes tienen que ver con una dieta basada en alimentos saludables, actividad física diaria, una rutina donde el estrés sea reducido, practicar espiritualidad y estar en contacto con la naturaleza.
No obstante, Buettner y su equipo de trabajo lograron encontrar estas características en cinco lugares del planeta donde curiosamente viven los más longevos del mundo: la isla de Okinawa en Japón, la Península de Nicoya en Costa Rica, la Isla de Icaria en Grecia, Loma Linda en California, Estados Unidos y la montañosa región de Barbagia en Cerdeña, Italia.
Longevidad
El de la longevidad es un tema que, en principio, no debería relacionarse con el envejecimiento demográfico ni con el aumento de la esperanza de vida. En teoría, la longevidad máxima de una especie es algo predeterminado por su biología y al margen tanto de la estructura por edades que presenten las poblaciones en cada momento como de las mejoras en la mortalidad. Tales mejoras, y el aumento de la esperanza de vida, resultan de evitar defunciones «prematuras», pero no deberían alterar los límites biológicos para la duración máxima de cualquier ser vivo.
La realidad es bien distinta. Todos los intentos por aclarar cuál es ese límite teórico en los seres humanos se han visto superados poco después por la propia realidad. Lo cierto es que, a medida que mejora la duración media de la vida y la pirámide de población se va engrosando por su cúspide, los casos corroborados de longevidad extraordinaria son cada vez más longevos. El asunto interesa a la demografía porque, de existir un límite biológico para la supervivencia, dicho límite también determinaría la esperanza de vida máxima que pueden alcanzar las poblaciones humanas. Un estudio de la Universidad de Zurich encontró que las parejas que mantienen los mismos hábitos a menudo se sienten más cerca el uno del otro y los mantienen para asegurar una relación positiva.
Alimentación saludable
1º). Una dieta 90% vegetal.
2º). Poca carne y de calidad.
3º). Pescado.
4º). Base de legumbres.
5º). El azúcar consciente.
En este mundo caótico en el que vivimos, debemos tomar decisiones inteligentes para tener una vida de calidad. Es posible pese a las circunstancias que nos rodean.