¿Amenaza o salvación?
El pasado 10 de diciembre, el senado de la República Oriental del Uruguay aprobó la legalización de la producción, distribución y venta de la droga, convirtiéndose de esta manera en el primer país del mundo que legaliza la “polémica” sustancia, con 16 votos a favor y 13 en contra.
Con un modelo único en el mundo, a través del cual el estado regula la producción, distribución y venta de cannabis en suelo charrúa, se pretende principalmente dar batalla de una forma diferente al grave problema que es el narcotráfico actualmente en el mundo entero. El proyecto que fue enviado por el presidente uruguayo, José Mujica, desde agosto de 2012 y que había sido aprobado por la Cámara de Diputados con 50 votos a favor, sobre un total de 96, cuenta a partir de la histórica fecha con 120 días para su reglamentación. Muchos son sus defensores como también sus detractores, a continuación pretendo hacer un análisis de las ventajas y desventajas que puede presentar este cambio trascendental en la legislación del estado oriental.
Principalmente, es una alternativa que resulta “experimental”, para dar una lucha contra el tráfico de drogas que como bien sabemos, está perdido a nivel mundial; por otra parte, es un modelo interesante el que se implanta, puesto que el estado asume total control de las actividades vinculadas con la marihuana (cultivo, importaciones, exportaciones, distribución, entre otras), lo que en primera instancia supone que ayudara a disminuir los niveles de narcotráfico en el país y lo que también pretende mejorar la calidad de la planta, lo que evidentemente beneficiara a los consumidores.
Los ciudadanos uruguayos que se registren legalmente, podrán cultivar hasta 6 plantas de marihuana y tener en su haber hasta 480 gramos para uso personal o adquirir en las farmacias del país hasta un máximo de 48 gramos por mes, también se podrán crear asociaciones de entre 15 y 45 miembros que podrán cultivar hasta 99 plantas a la vez.
En contracara, se pueden presentar algunas irregularidades en cuanto a como se espera que se dé el proceso, por el gobierno uruguayo. Personalmente, el punto que mas me inquieta, es el factor de los consumidores que son menores de edad y por obvias razones están excluidos de esta ley, lo que desde mi punto de vista, puede generar que exista un mercado paralelo ilegal. Otro punto importante, es el apoyo con campañas escolares, para que el consumo no se dispare sino que por el contrario, se eduque para que los menores tomen una decisión con un valor crítico muy alto, en cuanto a si consumen o no en un futuro próximo.
Finalmente, es vital aclarar que esta ley, simplemente cubre a los ciudadanos uruguayos, lo que significa que ningún extranjero podrá obtener la droga de forma legal en ninguna ciudad del país sudamericano. Bajo mi percepción, debemos esperar para poder ver qué resultados obtiene la iniciativa, apoyándola claramente con el único fin de terminar con el narcotráfico que ha llenado de páginas de sangre la historia del continente sudamericano.