Cientos de canciones han sido escritas por músicos y poetas, personas que desean poner en un simple papel, quizás, frases que transmiten popularmente sentimientos o emociones que llegaron hoy a nuestros oídos a través de música, recientemente o hace décadas. Llegan a nuestros corazones y parecen musicalizar nuestros días.
Dicho anteriormente, llegó a mi corazón la reflexión de la sumatoria entre un momento, un enamoramiento, algo de locura y a través de una canción. Cotidianos, como todos nuestros pensamientos.
Hoy presento “Adolescente Culturina” y comienza:
“Es una realidad totalmente ficticia. Un deseo fuerte y humillante, porque siento ganas de llorar y a la vez puedo sentir esa ternura adolescente que pocas veces pude sentir. Aún no soy una mujer, estoy en una transición normal y eso me alivia por ser normal y por saber de mí que ya viví demasiado.
No siempre pierdo, yo me salgo con la mía en reiteradas veces. Algunos hombres lo permiten, incapaces de ver que no deberían, que quisieran como yo, dejarnos llevar. Ser adolescentes de nuevo. Yo siento agradecimiento, por haber vivido esta clase de historias, las que corren por mis venas y recuerdos, miradas memorables. Y algún día creceré más y más y recordaré todas estas locuras, y los demás me habrán olvidado hace tiempo. Entre el humo del cigarrillo y el nudo en mi garganta, quisiera llorar. Esta inocencia malherida, sabor amargo del rechazo, pero me encanta y sé que con mi memoria es suficiente. Quedate un segundo inmóvil, ellos pasarán. Pequeñas alegrías sé que vienen, van y vienen, pero; nene, ya vendrán. Tanta locura con medicación y tantos trámites ligeros me trastornan un poco. Ya no sé qué hablo o si esto debería tener algún sentido. Siento que descubrí hace instantes que esto que sufro, en estos momentos, es normal y cuidadoso.
No quisiera ser olvidada, porque yo estoy sintiendo mucho enamoramiento o locuras, y si hay personas cercanas e involucradas, estos sentimientos se irán con el viento y el tiempo. No quiero pasar y que no reconozcan esta frescura que siento ahora. No quiero más abandono. Simplemente mi cuerpo no lo toleraría más. Yo no lucho por breves momentos. Quiero algo que dure, que sea bueno, un estado de bienestar firme. Las pasiones las vivo fuertemente, nacen silenciosas y estallan en reflexiones y sedientas. Mi mente quiere jugar y yo duermo un rato por la tarde. Todos parecemos llevarnos bien. Cuando me siento mejor, un cigarrillo, caminar hasta la puerta de mi casa, y un qué va a ser. Culturina.
Un capricho más y será el último.”
Es importante dejarse llevar por las canciones que escriben músicos sin serlo, o cantantes sin micrófono. A veces las canciones no están en discos y no podemos escucharlos una y otra vez. Con alguien al lado cantar recordando mal una letra e infinitos recuerdos que llevarán a tener una canción favorita en un momento favorito.