Salvador Amado «El Dudoso» Noriega fue el bañero[1] marplatense más famoso, y aún hoy sostiene el récord de rescates en un solo día. Noriega había venido de Maipú y llegó al puesto de casualidad en 1953, cuando intentaba vender lombrices a los pescadores del espigón (los peces de mar no las comen). Fue ahí cuando reclutado por el veterano «Payo» Cequeira. Noriega dejó detrás de sí un legado de teorías sobre las corrientes marinas, las rompientes de las olas y los «estados de mar dudoso», de donde proviene su sobrenombre.
Un bañero que construyó su propio manual de instrucciones para la vida desde la sabiduría popular y la introspección, y desde una ciudad costera en plena mutación. El bañero absoluto, que poco tiene que ver con el guardavida de hoy, en la Mar del Plata del «turismo social» posperonista, que solo lleva ese nombre por la proscripción del movimiento. Dudoso fue una suerte de antihéroe que animó un sinfín de leyendas y que comparte cartel con personajes como Selva o Falucho Burgos (discípulo de Noriega). Salvador fue el gran bañero en los veranos sesentistas, pero también fue caramelero y acomodador en el cine Atlantic, en tiempos en los cuales, para ser un cinéfilo furioso, no hacía falta intelectualizar nada.

La cárcel
El veterano bañero de la Popular terminó preso por homicidio en aquel penoso verano del 65. Fue un hecho muy confuso. A Noriega le robaron un collar que quería vender (por pedido de Selva, su amada) en una joyería. Persiguió al ladrón y lo asesinó en forma accidental. Noriega estaba acostumbrado a verle la cara a la desgracia, pero no a la suya. En el penal de Batán, Salvador compartió la celda con el doctor Rogelio Díaz Columbraro (oriundo de Dolores), abogado condenado a 12 años de prisión por haber asesinado a su mujer. Este era un hombre culto y un gran lector. Fue el que convenció a las autoridades carcelarias de que activaran la biblioteca del penal. Noriega era casi un analfabeto. En los cinco años que vivió encarcelado, fue incentivado por su compañero a leer. Leyó ciencias naturales, historia, biografías, viajes, novelas clásicas y muchas novelas policiales. Pasaba horas leyendo, y eso lo ayudaba a evadirse de una profunda depresión. Fue un preso ejemplar, manso y tranquilo. En 1970, Noriega logró su libertad.
El 1.0 de marzo de 1973, la administración municipal organizó la «Carrera de las Playas», en la playa Popular. Una jornada para hacerle un homenaje a Salvador Noriega. El Dudoso participó en la carrera, en un día muy tormentoso y con un mar muy peligroso. Pero el exbañero, inesperadamente, nadó en sentido contrario al resto de los participantes. ¿Por qué tuvo esa conducta? ¿Tenía un plan? Finalmente, la carrera fue suspendida y Noriega había desaparecido. Nunca se encontró su cuerpo ni se supo de él. A partir de ese día, nació la leyenda de «El Dudoso».
Una historia apasionante en la cual hay más dudas que certezas. ¿La culpa lo asedió?
[1] Nombre coloquial con el que, en la Argentina, se denomina a los salvavidas o guardavidas.
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Imagen central: Playa Popular hoy, Mar del Plata (descubrirmardelplata.com).