¿Estoy preparado para el Yoga?
Bien: te decidiste, querés probar con yoga. Alguno de tus amigos te comentó que practica, tu psicólogo te dijo que te vendría bien o simplemente hay algo de estirarte y respirar que te atrae profundamente.
Te presento seis consejos básicos para tener en cuenta antes de introducirte en esta práctica milenaria:
- La elección del estilo: Si bien el Yoga es una disciplina muy antigua que nace en India hace más de 5.000 años, hay varias escuelas provenientes de distintas tradiciones y cada una tiene su maestro. Hoy en día se han ido creando series con combinaciones de posturas y adecuando la práctica a occidente, multiplicándose las opciones a tal punto que pueden marear. Para empezar, lo que debes saber es si querés algo más meditativo (raja yoga), devocional y energético (kundalini), algo más físico (hatha yoga vinyasa), y dentro de esto si preferís una clase dinámica y fuerte (ashtanga, power yoga) o una clase más suave (hatha yoga, yoga terapia).
- Feeling con tu profesor: Tené en cuenta que los estilos tienen una base característica, pero cada profesor le imprime su impronta y eso puede variar radicalmente una clase de otra. Es muy importante tener feelling con quien te da la clase, que te sientas cómodo y que te resulte accesible la manera en la que te presenta la práctica. Por eso recomiendo probar más de una clase, incluso cuando creas que encontraste el estilo que querés para vos.
- Que sea un lugar cerca de casa o el trabajo. El yoga es una práctica que requiere disciplina, si empezás poniéndotelo difícil lo más probable es que no lo puedas sostener. Te conviene estudiar qué opciones te ofrece la zona en la que vivís o trabajás y elegir algún estudio al que puedas llegar caminando.
- Darte tiempo. No llegues corriendo y no te agendes compromisos muy pegados al fin de la clase. Tu momento de llegada es tan importante como la partida. Al terminar una clase necesitas restablecer tu energía, puede ser tanto que te sientas renovado, como súbitamente cansado, está bueno percibir el cuerpo y tener tiempo de decidir si de verdad estás con ganas de hacer ese plan que pensabas.
- Elegí ropa cómoda. En tu clase vas a hacer movimientos que no te resultan muy convencionales en la vida cotidiana. Generalmente eliminamos toxinas en forma de transpiración en cualquier clase de yoga, así que es preferible elegir ropa de algodón o deportiva, en lo posible no muy estrecha, para que el cuerpo respire y que no requiera que te acomodes interrumpiendo tu concentración y la de los demás.
- Ayuno previo a la clase. Hay varias versiones acerca del ayuno previo y posterior a una clase de yoga. El consejo de no comer nada antes de la clase es bastante obvio si pensamos que vamos a retorcer e invertir patas arriba nuestro cuerpecito. Para tener en cuenta como regla general, no se debería ingerir alimentos pesados, comidas importantes de tres a dos horas previas a la clase, frutas o alimentos más digeribles hasta una hora antes. El agua debe ser ingerida hasta 45 minutos antes de la clase. Posterior a la práctica se recomienda ayuno líquido y sólido de media hora, para permitir que el cuerpo asimile beneficios y vuelvan a circular los fluidos por el cuerpo posterior a posturas de compresión, ahora con la sangre más oxigenada.
Nadie puede garantizar que ésta sea la práctica para vos, pero si lo vas a intentar, estos consejos pueden ayudar a generar las condiciones necesarias para disfrutar de tu experiencia. Es un camino que requiere paciencia y decisión. Y si creés que no contás con esas cualidades recordá que así como trabajamos con el cuerpo, trabajamos la mente: ¡organización, determinación, puntualidad, fortaleza interna, flexibilidad de pensamiento, y alegría amigos!
Cualquier consulta sobre qué estilo tomar te puedo orientar, o me podés escribir por temas que te gustaría leer a yogaparabrir@gmail.com
¡Namasté yoguis!