Por Fernando Godoy
Creo en desocultar la existencia
En la belleza de lo simple, lo espontaneo.
Creo en la calidez de la sonrisa,
apreciando el mundo sin más.
Creo en romper mascarillas de barro,
en desnudar la verdad,
que vive dentro encerrada.
Llego el momento de salir.
Creo en aventurar la rutina,
en re-inventarnos constantemente.
Un vagabundo en mundos diferentes
Corriendo tras la libertad.
¿Y quién apresa dicha belleza?
Pues creo que yo mismo.
Por eso me pierdo en mi búsqueda.
Por eso te dejo huir.
Creo que las palabras pueden tocar el alma
si las dejamos volar en libertad,
que jueguen entre ellas.
Seguro algo hermoso surgirá.
Creo en la transformación emancipadora,
en lo instintivo y poético.
En no acallar aquella melodía
Suspirada por el corazón.
En los sueños encuentro mi lugar
¿Podrías subir conmigo?
Las luces de la ciudad encienden
Y me convierto en presa, en esclavo.
¡Ay sociedad enferma y sometida!
Queremos escapar de aquí,
perdernos en la maravilla de la imperfección
Y en la fidelidad a uno mismo.
Creo en el cambio, en el otro y en mucho más.
En la intensidad de cada día me descubro.
Ansío ver la marea arrastrar la mentira,
Y que nuevas raíces broten al sol.
Creo en el amor, la fuerza más poderosa
Presente aunque a veces dormida.
Será el amor que todo transforma
Y la muerte que todo despierta.
Creo en la sensibilidad,
Los labios suaves de esa mujer,
Esa canción, ese libro, ese árbol.
En la mística del encuentro.
Concluyo que simplemente creo…
Bailo con mis pensamientos,
Hablo con ellos y los dejo jugar,
Mi convicción invade mi ser.
Creo que tú caminarás a mi lado
Y sonriendo, bebiendo, bailando
militaremos por ese mundo que deseo,
por esa libertad que parece no llegar.
Debemos creer en la piel,
A fin y al cabo,
Es todo lo que tenemos.