Sin ninguna duda, el auto fue una creación que simplificó la vida de muchas personas en todo el mundo. Esto no hubiera sido posible sin Karl Benz, el creador de este vehículo. Pero lo que muy pocas personas saben es que este señor le dio la posibilidad a su esposa, Bertha Ringer, más conocida como Bertha Benz, de ser la primera mujer en conducir un auto, hacer el primer viaje de larga distancia y hasta, incluso, cargar combustible.
Fue el 5 de agosto de 1888 el día en que Bertha Benz encaró un largo viaje desde la ciudad de Mannheim hasta Pforzheim a bordo de un triciclo motorizado creado por su cónyuge y acompañada de sus dos hijos. Se convirtió así en la primera mujer en conducir un vehículo convencional y en realizar el primer viaje de larga distancia de la historia.
La excusa que Bertha usó para convencer a su marido fue que deseaba visitar a su mamá, a quien no veía hacía bastante tiempo. Pero lo que más deseaba en verdad era demostrarle a Karl que su invento realmente sería un éxito, ya que el hombre no priorizaba la comercialización de sus invenciones.
El vehículo utilizado para este viaje tan extraordinario como histórico fue el Benz Patent Motorwagen Tryp III. Este triciclo no contaba con tanque de gas, así que para la travesía solo utilizó un suministro de 4,5 litros de combustible en el carburador. Lo desafiante era que debía encontrar ligroína, un disolvente de petróleo que era clave para el funcionamiento del auto.
Para conseguir esta mezcla líquida, tuvo que hacer una parada en una farmacia de la ciudad de Wiesloch con el fin de poder comprar este tipo de combustible y administrárselo a su auto, el cual contaba con un sistema de termosifón muy útil para poder enfriar el motor. Pero para lograrlo debían colocarle agua, por lo que Bertha y sus hijos recolectaban agua de cada fuente que encontraban para usarla en el auto.
A medida que el viaje iba avanzando, Bertha se fue encontrando con ciertos problemas que, gracias a su ingenio, pudo ir solucionando, como fue el sistema de ignición, el cual lo arregló utilizando una pinza para el pelo que llevaba con ella (o un alfiler de su sombrero) para poder limpiar el circuito de combustible que se encontraba bloqueado.
Cuando el viaje finalizó, la mujer le contó a través de un telegrama a su marido que la travesía había resultado exitosa, noticia que obtuvo una gran repercusión en diferentes medios de comunicación. Tal como en algún momento lo había soñado, en ese documento también pudo informarle sobre todos los problemas que habían tenido a lo largo del camino y transmitirle sus sugerencias para modificarlo.
Imagen de encabezado: Bertha Benz y mecánicos antes de iniciar el viaje (foto de archivo)
Imagen central: Bertha Benz y el Benz Patent Motorwagen Tryp III (fotos de archivo)