La casa más chica de Buenos Aires se encuentra en San Telmo. Está ubicada en el Pasaje San Lorenzo bro 380. Su vista refiere al pasado, ancla los sentidos en tiempos remotos, con apenas 2,50 metros de frente, fue parte de una vivienda de la segunda década del siglo XIX, se la conoce por ser la más angosta de la ciudad.
Presenta una fachada sencilla, compuesta por una puerta de dos hojas con cuarterones pintados de verde y, en la planta alta, un pequeño balcón con barrotes de hierro.
Estas viviendas eran para los esclavos libertos, a quienes sus amos les asignaban un pequeño espacio para levantar sus hogares, contiguo a su propiedad. La casa del Pasaje San Lorenzo –la única de este tipo que queda en Buenos Aires– mide 2,50 metros de ancho y 13 de profundidad.
La construcción es de la segunda década del siglo XIX y se trata de un espacio residual que quedó luego de las sucesivas reformas de edificación que sufrió la manzana. Hay un mito, una leyenda urbana que la cita, y habla precisamente de un sepulcro secreto dónde yace la protagonista de una historia escrita en las sombras de las gestas de la independencia, y será develada en la próxima nota.