CUANDO EL AUTISMO LLEGA A CASA
Mitos, tips y orientaciones para comprender los comportamientos y poder acompañar con el corazón
La llegada de un niño siempre es una gran sorpresa para la familia, especialmente cuando es planificada por los padres. Sin embargo, cuando esta presencia trae consigo características de autismo, es posible que desate un sinfín de sentimientos y contradicciones en todos y cada uno de sus miembros.
Conectar con el corazón y no con la percepción
Gran parte de los conflictos que se viven frente a la llegada de un hijo autista no es por la dinámica en sí misma, sino por el empeño de los padres por lamentarse de que este no encaja dentro de sus expectativas, asumiendo la experiencia con desilusión, frustración o desesperanza. En este sentido, se requiere abrir el corazón para poder vivir este acompañamiento como una oportunidad maravillosa para transitar el camino hacia el amor incondicional y asumir con humildad los infinitos procesos de aprendizaje que ello conlleva.
Oliver Sacks neurólogo inglés, especialista en la materia señala que, si bien el autismo es considerado como una condición médica, también debe verse como un modo de ser completo, una forma de identidad profundamente diferente. La percepción que los padres tengan de este acontecimiento tan crucial va influir de manera definitiva en sus modos de actuar y relacionarse con el niño autista, por lo que es muy importante poder desmontar los mitos o creencias limitantes que impiden un desarrollo armónico en el hogar.
Mitos y verdades
Según la FESPAU, federación Española de Autismo El autismo o Tea, Trastorno del espectro autista es una alteración que se da en el neurodesarrollo de competencias sociales, comunicativas y lingüísticas para la simbolización y, de las habilidades para la simbolización y la flexibilidad.
Jim Sinclair, una persona que ha sufrido de autismo, Psicólogo y activista de los derechos de personas con autismo y Coordinador de Autism Network International señala algunos aspectos fundamentales para romper con los mitos asociados a este fenómeno. Miremos algunos de ellos:
El Autismo no es algo secundario
El Autismo es una forma de ser. Es una forma de sentir, de vivir cada experiencia, cada sensación, percepción, pensamiento, emoción, y encuentro, No se puede separar al autismo de la persona, como si esta se encontrara atrapada en una caja. Sin duda esta percepción amplía el panorama de posibilidades para su tratamiento y apoyo, porque no se trata de una patología, sino sencillamente un modo diferente de ser.
El autismo no es un muro impenetrable
Entablar una relación de padre a hijo, utilizando su propio conocimiento de las relaciones con niños normales, y que este no responda a sus cánones o expectativas no significa que el niño sea incapaz de relacionarse, significa únicamente que se está suponiendo que ambos pertenecen a un mismo sistema; agrega Sinclair.
Para poder lograr una verdadera comunicación se requiere entonces adaptarse a niveles más básicos, así como renunciar a esa comodidad y confianza que se siente al estar en el propio entorno familiar y dejar que el hijo enseñe su lenguaje y lo guíe a adentrarse en su propio mundo. Acercarse de forma respetuosa, despojándose de preconceptos, mantenerse abierto y dispuesto a aprender nuevas cosas puede llevarnos a un mundo jamás imaginado.
El autismo no es una tragedia
Llorar por lo que nunca fue, no ayuda, según Sinclair es preciso valorar al hijo por lo que es. Los autistas requieren de la comprensión y ayuda de un mundo que pueda entender esto. “Es cierto que con el autismo ocurre una tragedia: no por lo que nosotros somos, sino por todo lo que tenemos que soportar. La tragedia no es que nosotros estemos aquí, lo trágico es que su mundo no tenga un lugar para nosotros” Afirma Sinclair.
Acompañando desde el amor
Proporciona experiencias enriquecedoras de aprendizaje,
Recuerda que el autismo representa sólo un aspecto de la personalidad de tu hijo y esto no lo define como persona, por lo tanto, jamás subestimes su potencial, él tiene la capacidad de aprender a su ritmo y a su tiempo, así que es muy importante desarrollar vivencias concentrándote en lo que, si puede hacer, en vez de mirar su incapacidad. Elogiar en cada logro de su aprendizaje será siempre una gran motivación.
Atiende a las propias necesidades
No dejes de lado tus propios sentimientos o emociones, es posible que a veces pierdas la paciencia o incluso sientas frustración, asúmelo como un proceso normal. Ser honestos consigo primero es fundamental y si necesitas ayuda no dudes jamás en buscarla a través de profesionales o especialistas en estos casos.