“El tiempo es el mejor autor; siempre encuentra un final perfecto” (Charles Chaplin)
¡Cronos! Centauro espantoso, siniestro e impiadoso,
cuyo brazo amenaza y ordena el recuerdo
los vibrantes latidos en tu infinito pecho,
como una flecha que se clava en el centro;
La paciencia vaporosa huirá hacia el horizonte
como escapa una gota detrás del agua;
arranca cada instante un trozo de sabor
concedida a los hombres en su época de lucha.
Los minutos se bifurcan en segundos
y con voz vertiginosa de grito dice:
¡Estoy aquí para succionarte tus pensamientos!
El tiempo es un tenaz jugador
que te vence en cada jugada. Es el azar.
Termina el día y la noche se aproxima;
es veraz el abismo; se vacía la existencia.
Pronto vendrá la hora en que el divino azar,
la inmaculada virtud, tú, aún beata esposa,
o el arrepentimiento te dirá: “¡Es tarde! ¡Es tiempo de morir!