En la actualidad, la figura de una doula nada tiene que ver con este concepto de esclavitud, sino con la mujer que acompaña a la embarazada durante el parto. Este término se utiliza desde los años 70, y fue la antropóloga Dana Raphael la que acuñó la acepción actual de doula, por primera vez, en 1974.
Una doula tiene papeles distintos pero complementarios durante el parto. El papel de la doula está más relacionado con un acompañamiento espiritual. Uno de los problemas principales es que el papel de las doulas no está regulado, por lo que, si hay malentendidos o si la doula no tiene una correcta formación, puede tildarse de intrusismo profesional.
¿Qué formación tiene una doula?
Actualmente, no hay una formación reglada pero sí en muchos países europeos, donde, incluso, sus servicios están cubiertos por la seguridad social. En nuestro país, a pesar de que esta profesión no está reconocida, las doulas se han asociado para luchar por su regulación, garantizar una buena formación y ofrecer sus servicios con la máxima garantía. Además, tienen que ejercer su práctica cumpliendo un código ético o deontológico.
También existen diferentes tipos de doulas especializadas en algunos temas; por ejemplo: preconcepción, infertilidad, embarazo, parto, posparto o pérdida.
Beneficios durante el embarazo
Parece que tener el acompañamiento de una doula es beneficioso para la madre. Se han hecho estudios que han demostrado que el apoyo emocional de la doula tiene beneficios durante el parto: reducción de cesáreas a la mitad, disminución de un parto instrumentalizado y medicado, 40 % menos de uso de fórceps, 60 % menos de uso de epidural, reducción en un 25 % de la duración de los partos, menor número de niños que deben someterse al test de Apgar, entre otros.
Incluso la OMS (Organización Mundial de la Salud) se ha pronunciado al respecto, diciendo que el apoyo continuado y físico ofrecido durante el parto por una persona, doula, matrona o enfermera, conlleva grandes beneficios.
Si se pudiera definir un parto ideal, seguramente habría miles de versiones entreveradas, pero probablemente un mismo denominador: que sea el momento más feliz de la vida de cada madre y padre que reciben a su bebé en brazos. En los últimos años, muchas eligen contratar a una doula para que esto suceda.
El debate ya está instalado, con una ley que desde el 2015 debe garantizar que cada mujer sea soberana de su parto y decida en condiciones normales por quién quiere ser acompañada y en qué lugar desea parir: en una institución pública, en una privada o en el propio hogar. ¿Cuál es tu opinión?