En la provincia de Buenos Aires se registra al menos 117 suicidios de jóvenes y adolescentes por año, de los cuales un elevado porcentaje tienen como desencadenante el fracaso amoroso.
Por Juan Manrique / Twitter / Facebook / Youtube
La Asociación para Políticas Públicas (APP), indica que en el último relevamiento hecho en 2010, las personas de entre 15 y 19 años abarcan el índice más alto de fallecimientosen Capital Federal y el conurbano bonaerense, además muestra que entre un 25 y un 50% de las personas que consuman el acto han realizado por lo menos un intento previo.
Muchos casos señalan que las rupturas sentimentales pueden actuar como desenlace para que un chico decida quitarse la vida: “No siempre sucede que alguien se quiere matar, más bien el deseo es terminar con un dolor, entonces la muerte es mejor que el sufrimiento por el que se está atravesando”, explica la directora del Centro de Atención al Familiar de Suicidas, Diana Altavilla.
El consumo de alcohol o drogas puedan introducirse con facilidad en la vida de un joven que transita un estado de tristeza ocasionado por un inconveniente sentimental, pero el uso de sustancias no es un factor determinante en el acto suicida:
Ninguna persona decide matarse por una sola causa, no existe una única razón, el suicidio depende de muchos factores. Los más considerables son: haber tenido pérdidas importantes en el último tiempo. Tener una situación de desamparo afectivo generalizada; una persona puede estar rodeado de muchos amigos y sin embargo sentirse muy sola porque es denigrada o no es considerada entre sus amigos. También, pertenecer a un núcleo familiar indiferente; un ámbito donde el individuo no tenga un lugar reconocido y valorado.
“El suicidio es una patología silenciosa. No se habla del tema como en su momento se empezó a hablar del sida y compartir la dificultad que el sida significaba en la comunidad”, manifiesta Altavilla, que además participó en la redacción del Programa Nacional de Prevención al Suicidio, organizado por el Ministerio de Salud de la Nación.
Este tipo de problemática puede instalarse dentro de cualquier familia, el suicidio de los jóvenes es un asunto que permanece en silencio y que, según opinan los especialistas, necesita tener un debate más amplio.
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