Si sos fan de la telenovela turca no te recomiendo que leas esta nota
Tras el furor de la novela que se transmite actualmente en Argentina que tiene como protagonista a Onur y a Scherazade, no podía dejar pasar este momento para contarles algunas de mis apreciaciones y vivencias en Estambul, cuna del turismo Turco y donde se monta gran parte de la telenovela del canal 13.
Estoy casi seguro que no muchos conocen Turquía y sus tradiciones, ya que no es uno de los países del que se hable corrientemente y se difundan muchas noticias en los medios, al menos para nosotros los argentinos.
Quizás sea por esa razón que la telenovela da el rating deseado, ya que es lo nuevo, lo novedoso de un mundo distinto al que estamos acostumbrados con mucho por conocer; y aunque lo que se ve y se muestra no sea precisamente lo real nos dejamos atrapar por el romance de Onur y Scherazade. Incluso hasta el actor Halit Ergenç que interpreta a Onur, del cual todas las mujeres argentinas están fascinadas, no es el que más representa a los turcos, sino el actor Aamir Khan, quien realizó películas taquilleras como “Ghajini” y “Fanaa”.
Comentaré un poco de mi experiencia tras pisar tierras turcas y vivir el trato de los turcos durante una noche que parecieran ser milesss… En Turquía las horas nunca corren y realmente es una tortura como lo muestra la película “Expreso de Medianoche”.
No vi muchas coincidencias con lo que se puede apreciar en la novela, más allá del paisaje hermoso y sus mezquitas, la ciudad en invierno se cubre de neblina y no se puede ver absolutamente nada. La temperatura ronda unos O grados y la nieve golpea suavemente. Las mujeres turcas llevan todas el velo en la cabeza y el libro sagrado del Corán entre manos, ya que a las 6 se frena toda la ciudad para orar. Los hombres turcos si debería caracterizarlos utilizaría las palabras: machismo, autoritarismo y soberbia. El trato que recibí durante ese día no fue del mejor, incluso creo que es el mismo trato para todos los turistas que visitan las ciudades turcas.
El poder del hombre sobre las mujeres se manifiesta en cada momento. La falta de hospitalidad se hizo evidente cuando ni bien arribé al aeropuerto y pregunté la hora a un operario de la aerolínea y me señalo un reloj de mal modo, con un inglés muy básico, luego cuando iba a atravesar la aduana para que sellen mi pasaporte un seguridad de la nada me frena y me lo pide. También de mal modo y cortante.
Otra de las cosas muy comunes que tienen los turcos son las estafas por querer cobrar todo a un elevado precio, hasta el segundo de Wifi, incluso ni en los McDonald’s puedes usar electricidad para cargar las baterías de tus celulares, cámaras, netbooks y demás, una verdadera pesadilla para el viajero. Mas allá de todo lo que les cuento, Turquía cuenta con muchos lugares por recorrer por ejemplo las bellas playas en Antalya, de aguas calmas y cristalinas como Kemer y Marmaris o la sorprendente arquitectura de la ciudad de Batman al limite con Siria. La gran mayoría de las ciudades cuenta con un gran desarrollo de centros comerciales donde se venden souvenirs como el “ojo antienvidia” o cajas de caramelos turcos.
Podría seguir escribiendo mil y unas cosas por los innumerables recuerdos, pero solo me limité a describir lo que me resultó más impactante de esta vivencia digna de ser contrastada con Las Mil y una Noches turcas.
Espero que hayan sacado sus conclusiones y tengan en cuenta estas cuestiones si desean realizar una próxima visita al país euroasiático.
¡Hasta la próxima!