Por Alexis Cifuentes | Barcenola
Aquí un poema resumen de la obra del austriaco Leopold von Sacher-Masoch, “La venus de las pieles”
I
Diosa de pieles enredadas en a tu cuerpo
deseas, tomar fusta de látigo acariciar
¡Qué poder y sensualidad parece irradiar, con la chimenea detrás
que el poder de la lujuria a hecho crispar!
Ante ti, mis rodillas has hecho sangrar
por la humillación de perro amador
que tanta desolación encuentro
temeroso
por el cuerpo de la diosa de las pieles
en las cuales me quiero enredar
Tomo la manzana prohibida, probada en tu mundo
por un hombre
y no por una mujercilla
ya que Wanda es tu nombre y no Eva
que sobrecogedor poder,
es tu látigo en mi barriga
La sangre brota como el polvo de talco que sale por la rendija
tu sonrisa, es suficiente recompensa para tanta dicha
!Que éxtasis sobrecogedor, cegador, endurecedor es el que aplaca mi alma
y mi cuerpo
que tú has sacado con contrato
y promesas de amor
de mi pecho, encerrado y ahora abierto
al placer de tus pieles y caprichos
de niña con un juguete sin haber sido estrenado.
II
Como una Ofelia ninfomaníaca,
adornada por pieles y agua,
bajas suave por un rio en Italia,
que suave sonrisa se perfiló,
en el acantilado de tu boca
que inmediatamente Severin se perdió,
desdichado y humillado, esperando
ser amarrado, contra una poste,
con cuero y cuerdas.
III
El griego de la nada apareció,
sentado en un palco, con sonrisa ancha y cuerpo de león,
!Pobre Severín que en la ultima butaca esperó
sin ni siquiera poder tocar a su amor!
Deliciosa Venus, no te vayas, rogaba su amor
pero los dioses no bajan del Olimpo, si no es para jugar
Besamé, me curara, pero no me hará olvidar, clamaba el pobre Severin
Amarrado, enjaulado, por su mujer, diosa de pieles y de placer
Pero con pazos fuertes como un Apolo renombrado, entró Alexis con un látigo
Que fuertes caricias de humillación, fue para Severin, ser azotado, por un humano que no a amado,
las risas, de su diosa del amor y de las pieles, fue lo último escuchado, antes de quedar solo, triste y
humillado…
IV
¿Cual es la moraleja? Preguntó su amigo impactado, después de haber leído su relato,
¿La moraleja, cual es la moraleja?, preguntó Severin, ensoñando el cuadro;
de la Venus de las Pieles, poderosa y lujuriosa, que en la eternidad ha quedado
¡La moraleja amigo mio, es que somos todos unos asnos!