Estaba pensando que artista elegir para descubrir en esta humilde columna, hasta que durante un intenso ensayo, tuve el placer de tocar la hermosa zamba “Si llega a ser tucumana”, casi inmediatamente se me ocurrió escribir algo sobre él.
Me gustaría contarles sobre uno de los más grandes compositores de música argentina de raíz folclórica, del que seguro conocemos una gran parte de su obra, interpretada por artistas como Los Chalchaleros, Mercedes Sosa, o el Dúo Salteño, pero tal vez no tanto su trabajo como intérprete.
Gustavo Leguizamón nació en la ciudad de Salta el 29 de Septiembre de 1917, además de ser un músico genial, era abogado.
En quechua cuchi significa chancho (cerdo). Parece que cuando Leguizamón tenía apenas meses de vida, su madre estaba preocupada por su delgadez. Le ofrecieron venderle unos chanchos, pero al verlos muy delgados exclamó “¡Pero están flacos como este cuchi!”, mirando a su hijo. De ahí el apodo que lo acompañaría el resto de su vida.
En los años 40, trenzó una amistad entrañable con el poeta Manuel J. Castilla. A los que la música argentina y universal les debe zambas, chacareras, carnavalitos y vidalas inolvidables.
Es el autor de la música de muchas composiciones que se convirtieron en clásicos de la música popular, entre ellas: Lloraré, Zamba del Carnaval, Balderrama, La Pomeña, Zamba de Lozano, Maturana, La Arenosa, y Zamba del Laurel.
Además fue diputado provincial en los 60(era presidente Arturo Umberto Illia), Asesor de Cultura, y Fiscal de Estado de la Provincia de Salta. Estudió en La Plata y durante ese período supo frecuentar el ambiente musical porteño de donde también debe haber recogido influencias, pero su lugar en el mundo era Salta.
El disco que estoy escuchando mientras escribo esta nota y que les recomiendo, se llama “Piano y Guitarra”, y fue editado por el sello Phonogram Récords en 1969.
Todas las canciones fueron compuestas por Gustavo Leguizamón, exceptuando “Zamba del pañuelo” y “Zamba de los mares” compuestos por Gustavo Leguizamón y Manuel Castilla, en este disco tanto los instrumentos (piano y guitarra) como las partes vocales están interpretados por Leguizamón.
Nos encontramos con un poco de todo….la exquisita interpretación pianística en los primeros tracks, la solvencia cuando toma la guitarra y canta esas letras que me transportan, hasta donde mi imaginación lo permite, a esa Salta de la primera mitad del siglo XX donde tal vez los límites entre el campo y la ciudad no estaban muy definidos.
Parece que al cuchi también le gustaba la música clásica, la música brasilera (admiraba a Chico Buarque y Vinicius) y el Jazz (era fan de Duke Ellington y amigo del gran pianista argentino Enrique Villegas). Estas influencias se notan en su forma de tocar el piano y atraviesan las primeras piezas (claramente obras de raíz folclórica) de una manera muy personal.
En “Chacarera del expediente” esboza una visión crítica de la realidad y de su propia profesión de abogado.
Además de este disco les voy a dejar un par de videos en vivo en el Teatro Presidente Alvear (1985), donde el Cuchi, antes de empezar con la música nos hace una pequeña introducción a cada tema con un pequeño relato….imperdible.
Falleció en Salta el 27 de Septiembre del 2000, dos días antes de que pudiera cumplir los 83 años de edad.
Espero descubran (si ya no lo hicieron) a este genial artista y lo disfruten.