Eventualmente, todos hemos temido despertarnos una mañana y que el mundo en el que vivimos ya no este, ¡PUF!, que sencillamente haya desaparecido, y nos encontremos en una tierra totalmente diferente a la que estamos acostumbrados.
El rey del terror
O bien se trate de una catástrofe natural que arrase con todo sobre la tierra inmediatamente, o bien de una catástrofe no tan instantánea, sino lenta y desgastante, que vaya socavando la tierra hasta volverla inhabitable, lo cierto es que el apocalipsis forma parte de esos miedos elementales del ser humano. Siendo un miedo tan común, evidentemente ha sido el elemento generador de muchas de las mejores historias de la literatura, y últimamente ha estado rondando constantemente en la mente de muchos escritores modernos.
El apocalipsis, como lo entendemos de forma moderna, es una expresión que usamos para describir cualquier hecho o proceso que implique la destrucción del mundo. La literatura nos presenta muchos tipos de apocalipsis, los más trillados en décadas anteriores fueron los de zombis, alienígenas y virus; pero los más modernos nos describen el apocalipsis como un fenómeno gradual, consecuencia de la contaminación, la inteligencia artificial o la genética.
Y sí, hay muchas historias sobre apocalipsis zombis o alienígenas conquistadores que resultan aterradoras, pero la verdad es que este es un tema que ha sido tan explotado que puede resultar a veces hasta gracioso. Sin embargo, los escritores de nuestro siglo han descifrado muy bien nuestros miedos como sociedad (una sociedad totalmente inmersa en el mundo digital), que crean motivos y escenarios tan reales y tan plausibles para desatar un apocalipsis que vuelven estas historias verdaderamente espeluznantes. Y es que este tema motivador en la literatura parece resumir los miedos que definen una y otra generación de lectores: las generaciones pasadas temían a lo desconocido (zombis, alienígenas), y esta generación está marcada por el temor a ser consumida por sí misma (tecnología, genética, contaminación).
Aun así, la esperanza nunca debe perderse y los escritores de este género también han querido imaginar lo que sería un mundo posapocalíptico, es decir, un mundo donde, después del apagado a gran escala de nuestra realidad, unos pocos sobrevivientes puedan contarnos cómo sucedió, cómo sobrevivir y cómo funciona una sociedad en un mundo sin reglas. Todos queremos saber cómo seremos el día después del final.
Todos queremos estar preparados (aunque esperamos no necesitarlo) para sobrevivir a un apocalipsis, y por eso te presento, también, libros modernos para saber qué hacer si te despiertas y te das cuenta de que el apocalipsis llegó. Aquí te dejo algunos de mis favoritos.
Oryx y Crake, de Margaret Atwood
Un mundo dominado por las corporaciones de modificación genética termina siendo devorado por un virus demoledor. La esperanza es una raza creada en un laboratorio que busca corregir los «errores» de la raza humana. Es el primer libro de una trilogía llamada MaddAddam. Margaret Atwood es la madame de la distopía y los apocalipsis modernos.
Metro 2033, de Dmitri Glujovski
En el año 2033, Moscú, al igual que el resto del mundo, queda arrasado por una guerra nuclear. Los supervivientes, apilados en las líneas del subterráneo, luchan por sobrevivir a la devastación y las amenazas mutantes. Lo más interesante es la organización social: cada estación del metro alberga una ciudad y unas reglas sociales totalmente diferentes. Es una saga, y se ha vuelto bastante famosa por contar con una adaptación para videojuegos.
La carretera, de Cormac McCarthy
Los Estados Unidos calcinados, tras lo que parece un holocausto nuclear bastante reciente, es nuestro escenario. Un padre enfermo y su hijo cruzan el país huyendo del frío y la lluvia de cenizas, con el hambre mordiéndole los talones a diario y enfrentándose a los terrores que moran en la desolada nueva Estados Unidos. Es tremendamente emotiva.
¿Te gusta mi selección? ¿Me recomiendas algún otro libro posapocalíptico?