Vivir mejor es ante todo contar con recursos psicológicos más efectivos para crear una realidad acorde a nuestras necesidades. Así, algo que nos sugiere por ejemplo un artículo publicado en el Harvard Medical School es que felicidad y salud van siempre de la mano. Es más, si fuéramos capaces de trabajar esos aspectos que conforman el bienestar psicológico, reduciríamos el dolor e incluso podríamos prevenir mas de una enfermedad.
Expertos en el tema como Martin Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania y exponente de la psicología positiva, nos señalan algo muy simple. Vivir mejor es aprender a pensar de manera efectiva, es hacer uso de un pensamiento más optimista y es también cuidar nuestras relaciones sociales.
Sabiendo esto, solo nos falta detallar esas 10 claves que nos ayudarán emprender ese necesitado camino hacia el bienestar.
1. Define prioridades, encuentra un propósito vital
En ocasiones nos esforzamos por alcanzar la cumbre en nuestro trabajo, por conseguir reconocimiento, admiración… Hay quien enfoca gran parte de su vida en aspectos que son importantes pero no prioritarios. Ahora bien ¿qué entendemos por prioritario?
- Entendemos como prioridad aquello que es importante (e imprescindible) para nosotros, como por ejemplo la familia.
- A su vez, tal y como nos señalaba el neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl en su libro “El hombre en busca de sentido”, las personas necesitamos hallar un significado a la vida para alcanzar el bienestar.
- Asimismo, en estudios sobre la felicidad como el llevado a cabo por la doctora Emiliana Simon-Thomas profesora e investigadora de la Universidad de California, en Berkeley, nos explica algo muy interesante. La calidad de vida se relaciona con la capacidad de sentir emociones positivas, de recuperarse de las emociones negativas y de tener claro un propósito, una meta personal…
2. Evita las relaciones tóxicas
¿Sabrías identificar una relación tóxica? No hablamos solo del plano afectivo. En ocasiones tenemos a ese familiar que exige más de nosotros de lo que podemos ofrecerle. Esa madre, hermano o tía que nos manipula y nos hace chantaje emocional.
Puede incluso que tengas un compañero de trabajo o incluso un jefe que sea tóxico. Que te coaccione, que te quite espacio personal. Debes poner límites. Aunque admitimos, que lo que más puede llegar a hacernos daño es una relación afectiva tóxica. No permitas que otra persona que dice quererte, te haga daño. El amor es respeto, felicidad y comprensión. Si no tienes esto, reacciona.
3. Actitud positiva
Las personas negativas reciben cosas negativas. Las personas positivas mantienen la esperanza, cultivan la sonrisa, y el sentido del humor, confían en sus semejantes y saben reaccionar ante la adversidad con mejores recursos y esperanza. ¿No se vive mejor con una sonrisa que con el ceño fruncido?
Es más, como curiosidad cabe tener en cuenta algo asombroso: la actitud positiva mejora nuestros procesos cerebrales. No lo decimos nosotros, sino un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford donde se demostró cómo ese enfoque personal ayuda por ejemplo a los niños a rendir mucho mejor en los estudios.
No nos olvidemos de que un cerebro feliz es una mente libre de estrés, hábil en resolución de problemas y más efectiva a la hora de vivir mejor.
4. Aprende a gestionar tus emociones
No dejes que la rabia te supere, que emborrone tus días o haga perder alguna relación personal. No permitas que la tristeza, te envuelva en su manto de pesadumbre más tiempo del necesario. Todos hemos pasado por épocas negativas, pero hemos de aprender a superarlo y hacernos fuertes de nuestros fracasos. Aprende de tus errores, mantén la calma y el equilibrio, canaliza tu ira y gestiona tus emociones. Las personas maduras emocionalmente son más exitosas en su vida personal y laboral.
5. Ponte un objetivo cada día
Lo señalábamos con anterioridad: si le damos un significado a la vida y nos ponemos una meta en el horizonte, encontraremos motivación.
Por tanto, ¿Qué tal si clarificamos qué objetivo queremos lograr hoy? No hace falta que sea muy elevado o pretencioso. La felicidad se inscribe en las cosas sencillas, así que algo tan simple como tener una hora para nosotros solos es una gran idea. También lo tomar un café con las amistades, empezar un curso, apuntarnos a yoga…