Cuando pensaba en vivir en Panamá, imaginaba un ambiente súper moderno, una ciudad organizada y posibilidades de crecimiento económico que nunca había vivido.
La verdad es que Panamá es una mezcla muy interesante de primer y tercer mundo: Puedes estar en la Torre Trump rodeado de lujos, viendo por tu ventana a la vez al Océano Pacífico, el yate que te espera y al frente una de las zonas más pobres de la ciudad. Tienes constantemente la mezcla de paisajes urbanos y culturas rodeándote.
Si estas pensando en venir a visitarlo no dejes de ir y conocer el Casco Antiguo, es lo más hermoso de la capital, edificios coloniales hermosos que han sido restaurados en el exterior y modificados en el interior para dar paso a restaurantes, bares y galerías, así como a hostales, desde el paseo por la Cinta costera tres, ubicada sobre el Pacífico, entre el Causeway, el Casco y la Avenida Balboa con sus edificios súper modernos, a dónde voltees te deleitas con espectáculos visuales tan diferentes, incluyendo la fila de embarcaciones de todo el mundo que cruzan el canal.
Si tengo que recomendar una comida Me gustaría poner en primer lugar un plato Panameño. Sin embargo, mi favorito por mucho, es la comida Libanesa del Restaurant Beirut.
El mejor momento en Panamá para mí: la noche. Principalmente por el clima, ya que en el día las temperaturas son muy altas pero si quieren refrescarse en cualquier establecimiento de Casco antiguo hay oportunidad de tomarse un buen Mojitos sin mojitos especial.
El camino de un Trotamundos es nunca parar, mi próximo destino: Londres.