Un Premio Nobel no lo gana cualquiera. Tampoco puede ser compartido por más de tres personas. Es algo único.
Un premio muy especial que se otorga cada año a personas que realizan investigaciones, llevan a cabo descubrimientos destacados, colaboran con el mayor beneficio a la humanidad o efectúan una contribución notable a la sociedad.
El ganador no sólo recibe una medalla de oro, un diploma y una suma importante de dinero… sino un prestigio inmensurable. ¿Quién no querría ganar un Premio Nobel?
Un artículo publicado a fines del 2012 en la célebre revista New England Journal of Medicine, relacionó el consumo anual per cápita de chocolate en un país con el número de ganadores de un Premio Nobel. ¿Cuál fue el resultado? ¡Existe una relación entre el consumo de chocolate de un país y su número de galardonados con el Premio Nobel per cápita!
El chocolate es una golosina controversial. Cuántas veces habrán escuchado que genera obesidad, que provoca acné, que produce migrañas, caries dentales, aceleración del corazón, mal humor, insomnio. Sin embargo, que el chocolate es bueno para el desarrollo de la inteligencia es algo que se sabe desde hace tiempo.
Uno de los componentes del chocolate, los flavonoides, aumentan la capacidad cognitiva de quien los consume. ¿Qué es la capacidad cognitiva? La cognición –palabra que viene del latín ‘cognoscere’ que significa conocer- se define como “la facultad de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, la experiencia y características subjetivas que permiten valorar la información”. Lo cognitivo está relacionado al conocimiento y consiste en procesos tales como el aprendizaje y la memoria.
Franz H. Messerli, cardiólogo suizo que llevó a cabo el estudio mencionado previamente, señala que “el número de premios Nobel de una nación puede dar una idea de la proporción de su población con un nivel cognitivo superior”. La pregunta acerca de si existe o no una relación entre el consumo de chocolate de un país y la función cognitiva de su población surgió “dado que el consumo de chocolate puede mejorar la función cognitiva no sólo en individuos, sino también en toda una población”. Al no encontrar datos sobre la función cognitiva global de una nación, a Messerli se le ocurrió que el número total de premios Nobel per cápita podría servir como sustituto.
¿Cómo realizaron los expertos dicho estudio? Reunieron los datos de todos los ganadores con el Premio Nobel hasta 2011 y obtuvieron datos sobre el consumo per cápita de chocolate al año en 22 países.
Al observar los resultados obtenidos, concluyeron que los mismos eran tal cual los previstos por Messerli. Estos mostraron una precisa correlación entre el consumo de chocolate per cápita y el número de premios Nobel. Suiza, el país que más chocolate consume, es quien tiene la mayor cantidad de distinguidos del Nobel per cápita.
Algo extraño sucedió con Suecia. Según el trabajo, el país escandinavo es el único que no se sitúa donde debería estar. “Si tomamos el consumo sueco de chocolate, de 6,4 kilos al año, se podría predecir que el país escandinavo debería haber producido unos 14 premiados y, sin embargo tiene 32”, afirma Messerli y presenta tres hipótesis al respecto. En primer lugar, que el comité del Nobel tiene un sesgo patriótico inseparable al evaluar los aspirantes a estos premios (los premios fueron creados por Alfred Nobel, nacido en Estocolmo, Suecia). En segundo lugar, que los suecos son más sensibles al chocolate y que una pequeñísima cantidad de chocolate podría incrementar enormemente su capacidad cognitiva. Y, en tercer lugar, que es posible que gente con una función cognitiva superior sea más consciente de los beneficios que conlleva el chocolate y por ello estén mejor predispuestos a comer más chocolate.
Messerli concluye que estos resultados no implican una relación de causalidad entre el chocolate y los Nobel sino que demuestran que ambas variables tienen algún tipo de relación: “Está probado que el consumo de chocolate mejora las funciones cognitivas”.
El estudio incluye a su vez, una asombrosa evaluación: “Serían necesarios 0.4 kilos de chocolate por persona por año para aumentar en uno el número de premios Nobel de un país”.