El oxígeno, gas que está en el aire es el primer alimento que tomamos cuando salimos, del vientre materno, al mundo en el que vivimos. Es el “Prana” para los yoguis, o una de sus formas: energía vital que circula por el cuerpo por medio de los “nadis”, canales energéticos.
El movimiento que hace que ingrese el oxígeno en el cuerpo, es involuntario. Sucede. Como el estar vivos. Inhalamos, como un acto-reflejo que nos trae a la vida. “Respiración” es el nombre del proceso completo, que consta de tres fases (aunque muchos dicen dos): la toma de aire o inhalación, un paso intermedio de intercambio gaseoso, por medio del cual el cuerpo discrimina los gases que le sirven, para luego eliminar los que no le sirven en la exhalación.
Es necesario que el oxígeno ingrese en el cuerpo, para que sea transportado, por medio de los hematíes de la sangre, a todas las células del cuerpo y que este funcione como la maquinaria perfecta que es.
Simple. Necesario. Vital :
Respirar = (proveer + Oxigeno ) + ( eliminar – Dióxido de Carbono) = obtener Energía.
Respirar es un proceso cíclico, que se repite innumerables veces mientras vivimos. Se dice que respiramos un promedio de 15 veces por minuto. Tenemos un ritmo propio y este ritmo es variable de acuerdo a cada individuo, y a diferentes agentes o factores que afectan el proceso respiratorio. Según mi experiencia y observaciones, pude distinguir cuatro grupos de agentes o factores modificadores de la respiración que separe en: físicos, emocionales, ambientales, conscientes.
El sistema respiratorio es Adaptable y siempre que se encuentre sano, va a responder con la mayor eficiencia de acuerdo a la circunstancia, pero también lo podemos entrenar con voluntad y prácticas de pranayama (control del prana o energía) para que nos brinde, aun más beneficios, de los que imaginamos.
Factores Físicos, el incremento del ritmo cardíaco por medio de la actividad o esfuerzo físicos, aceleran el ritmo respiratorio, respondiendo a la sabia exigencia del cuerpo, de enviar mayor cantidad de oxígeno a la sangre, para responder a la demanda que recibe, con mayor eficiencia. Otro tipo de factor físico que puede alterar la respiración sería una enfermedad pulmonar o en algún órgano del sistema respiratorio.
Factores emocionales, la alteración en el ritmo y calidad de respiración se producen de manera inconsciente por causas emocionales. Somos tomados por una emoción, que nos instala un ritmo más veloz o más lento al corriente. Algunos ejemplos se pueden visualizar imaginando, un estado de mucha risa, o mucho llanto, paz interna, enojo, euforia. Por medio de la respiración consciente podemos empezar a separarnos de estos estados inconscientes, sobre todo cuando nos toman emociones bajas que preferiríamos evitar.
Factores ambientales, en determinadas alturas, donde la presión atmosférica es diferente a la existente a nivel del mar, el diafragma, músculo que debe descender para que los pulmones se inflen de aire, debe trabajar el doble, dando la sensación de insuficiencia de oxígeno. También, influyen las condiciones del medio ambiente. No respiramos igual en una ciudad con un grado elevado de polución, que frente al mar o en un bosque de pinos.
Factores conscientes son los que elegimos generar por medio de la práctica de la voluntad. Observamos nuestra manera de respirar y decidimos accionar sobre el proceso respiratorio de manera que podemos ampliar la capacidad aérea o practicar la retención tanto de aire como de vacío. Algunas maneras de entrenar la respiración consciente son haciendo nuestra practica de yoga o meditación, con técnicas de canto, practicando ejercicios de pranayama, o simplemente intentando mantener un patrón de respiración completa y estable, incluso en situaciones de mayor desgaste energético, como por ejemplo, corriendo.