Existe una receta básica de budín que es el puntapié inicial de cada uno de mis “inventos” a la hora de hacer lo que a esta altura podría llamar mi pieza de pastelería preferida.
Claro que hay muchas otras recetas diferentes a mi receta básica, de hecho, la mía puede terminar siendo otra receta completamente diferente, pero se trata solamente de darnos una guía de la cual no salirnos si queremos que el budín se mantenga en pie una vez que lo sacamos del molde, y si también preferimos no dejar nuestros dientes en una roca color miel.
Siempre fui más bien fan de las galletitas/cookies, pero al empezar a estudiar pastelería los budines conquistaron el corazón de mi estómago y desde entonces voy variando la receta según una combinación de sabores que se me ocurra o los ingredientes que tenga en casa.
Receta básica de Budín:
Manteca……………………….200 gr.
Huevos…………………………200 gr.
Harina 0000………………….200 gr.
Azúcar………………………….200 gr.
Polvo de hornear…………. 1 cucharada.
Sal…………………………………….. una pizca.
Preparación:
Batir la manteca apunto pomada con el azúcar hasta obtener una crema. Tamizar la harina, polvo de hornear y la sal.
Agregar los huevos lentamente alternando con los secos tamizados, para no cortar la preparación mientras se sigue batiendo. Si el budín lleva jugo de fruta, se agrega cuando se agregan los huevos. Si el budín lleva cáscara de fruta o especias, estas se agregan en el primer batido de manteca y azúcar. Si el budín lleva frutos secos, se agregan al final con espátula para no romperlos con la batidora.
Ahora bien, para darle sabor al budín tendremos que empezar a retocar la receta básica y equilibrar los ingredientes de manera tal que las proporciones de sólidos y líquidos no se altere significativamente.
Si quisiéramos un budín sabor limón, entonces tendremos que agregarle a nuestra receta el jugo de un limón y la ralladura de la piel del limón. De esta manera sucederá que la receta del budín sabor limón tendrá más líquido que la receta básica de budín, razón por la cual pesaremos el jugo de limón que vamos a agregar a la preparación y sumaremos a la cantidad de harina de la receta básica el mismo peso que el líquido que vamos a incorporar, o sea, el jugo de limón. La ralladura de limón no representa ningún problema ya que se incorpora fácilmente y se distribuye de manera uniforme.
Si quisiéramos un budín sabor zanahorias y naranja, entonces no tendremos más que agregarle zanahoria rallada, jugo de naranja (haciendo la compensación entre harina y líquido), naranja rallada y si nos gusta podemos también agregarle nueces picadas.
La imaginación y la combinación de sabores ahora depende de ustedes. Sólo una recomendación más, si piensan algún día en hacer un budín de palta y chocolate, mejor no lo intenten. Yo ya lo hice y debo reconocer que no está bueno.