Entrevista a Lazaro Droznes, para compartir el poder de la creación, en un escritor que mira la creación desde diferentes caras del prisma.
- La Monja Judía, comenta como llegaste a escribir esa historia y como ha llegado al teatro de la mano de Marta Bianchi?
Cuando me crucé con Edith Stein quedé fascinado por su trayectoria de vida. Comienza como una simple mujer judía de Breslau y se hace sucesivamente filosofa, atea, feminista, católica, monja carmelita, santa y co-patrona de Europa. Me resultó inevitable escribir su historia. El encuentro ficcional con un amor de la juventud convertido en SS en el campo de concentración de Auschwitz permite confrontar las ideas y valores del cristianismo con las del nazismo.
- ¿Coméntanos tu visión hoy, de “Un judio comun y corriente”, y si pensaste todo lo que iba a pasar en tu vida en relación a esa obra?
«El Judio Comun y Corriente» ha sido, y lo sigue siendo, una maravillosa experiencia. Me ha demostrado una vez más la capacidad transformadora del teatro. Nadie es igual después de ver la obra. Espero que pase lo mismo con LA MONJA JUDIA.
- ¿Qué le atrae a Lazaro Droznes para elegir un tema y llegar a su publicación?
Me tiene que interesar la historia. Averiguar, investigar aprender. Yo soy el primer espectador de la obra al escribirla. Espero confiado que lo que me pasa a mi le pase al director, a los actores y finalmente al público.
- ¿De tu pluma, qué dificultad tiene el drama, la comedia o el género de humor?
El drama es lo más fácil. La comedia lo más difícil. El género de humor me gusta y mis preferidos son los chistes de una sola frase. Tengo publicados varios libros en AMAZON. Mi género preferido es el drama con momentos de comedia. Encontrar el humor aún en las situaciones más extremas.
- ¿Cuáles son los valores a tener en cuenta, para mantener el espíritu de una obra, en el proceso de traducción?¿El autor se puede llegar a enamorar u odiar a sus obras?
No conozco bien el problema de las traducciones. Sólo hago traducciones de mis propias obras al inglés y al francés. En realidad son reescrituras, así que supongo que se mantiene su espíritu. No he llegado a odiar alguna obra mía. Como en la obra de Arthur Miller, SON TODOS MIS HIJOS.
- ¿Te pasa como escritor, que obras que salieron a la calle, te gustaría reescribirlas?
Todas merecen reescritura. Pero dejo esa tarea ingrata al director y a los actores en los ensayos. Mi obra es siempre un borrador que sufre transformaciones hasta que llega al espectador. Algunas me gustan. Otras no. Paciencia y resignación. Es como los hijos. El padre no está de acuerdo con todo lo que hacen los hijos. Las obras tienen su vida propia. Hay que respetarla.
- ¿Algún mensaje que quieras dejar para cerrar la nota?
Me gustaría que compren y lean mis obras. Las pueden ver en www.lazarodroznes.com