Siempre se ha dicho que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus y sinceramente por más que nos oponíamos a concordar con este pensamiento, mientras más experiencias vivimos, más seguros estamos de lo diferentes que somos hombres y mujeres desde físicamente hasta la forma de pensar y actuar.
Por ello, nos resulta interesante plasmar un poco más sobre nuestras diferencias de género, más aún cuando se trata de resolver un conflicto, ¿te suena algo familiar? Pues a continuación un listado de situaciones de diferencias entre hombres y mujeres al resolver un conflicto, donde se ha visto desde hermanos, padres y hasta parejas actuar muy diferente a lo que a nuestra madre, hermana, amigas o tu misma/mismo lo haría.
Pedir una dirección
Empecemos por el más conocido de todos los problemas y la forma distinta de actuar, seguramente les ha pasado más de une vez y esto es que al no poder encontrar una dirección.
Hombres: seguramente seguirán y seguirán conduciendo hasta dar por sí mismos hasta el destino deseado así les tome varias horas.
Mujeres: sin más ni menos, nos acercamos a la primera persona que encontramos para plantearle el problema y pedir ayuda, una y las veces que sea necesario.
Cuestión de tiempo
Otra gran diferencia se nota en el concepto sobre el tiempo, seguramente has pasado varios enojos por ello.
Hombres: para ellos decir 5 minutos, un rato o mañana, simplemente quiere decir que cuando se desocupen, puedan o quieran, harán lo que deben.
Mujeres: por el contrario y aunque solemos tomarnos mucho tiempo para arreglarnos, solemos ser un poco más exactas con el tiempo. Si decimos en 20 minutos te llamo, por lo regular estaremos marcando en el lapso establecido.
Expresar los sentimientos
Otro de los puntos donde más se hace obvia nuestra diferencia es al hablar de los sentimientos.
Hombres: muy rara vez te dirán si se sienten tristes o preocupados, es más fácil que nosotras lleguemos a esa conclusión por su comportamiento antes de que lo acepten; incluso, entre amigos es muy raro que hablen de estos temas, sus terapias van más guiadas a beber juntos o ir a un partido de fútbol y así aliviar sus penas.
Mujeres: muy lejanas al comportamiento varonil, si nosotras nos sentimos tristes, enojadas o angustiadas, seguramente lo iremos externando con cualquiera que nos pregunte aunque sea por mera amabilidad.
La memoria
Hombres: hasta la fecha no he conocido uno que recuerde a la perfección fechas de aniversarios o qué ropa traía en la primer cita, pero quizá sí sean capaces de resumir el desempeño de su equipo favorito durante toda la temporada, así como su puntaje.
Mujeres: no por nada las mujeres somos capaces de recordar todo el esquema de vacunación de nuestros hijos, las fechas importantes y demás detalles propios y de terceros. Nuestra capacidad de memoria es muy diferente.
Enfermedades
Otra épica diferencia de la cual incluso podemos ver mofarse en las redes sociales.
Hombres: si bien es muy raro ver a un hombre enfermarse, cuando lo hacen parecen niños quejumbrosos así sea por una simple gripe; eso sí, al menos los que conozco evitan ir al doctor a toda costa.
Mujeres: podemos estar sufriendo del síndrome premenstrual, un fuerte dolor de cabeza y resfriado, pero aún así nos verán de pie cumpliendo con los pendientes del trabajo y hogar.
Como estas son muchas las diferencias que tenemos al momento de actuar y pensar, claro que me corresponde enfatizar nuestros puntos fuertes como féminas, pero hay muchas otras cosas en las que ellos sobresalen.