EL CAPITALISMO COMO UN FORO ÉTICO RELIGIOSO DE EXPLOTACIÓN
En una aproximación a su pensamiento vemos en el filosofo esloveno Slavoj Žižek a un marxista lacaniano que parte del psicoanálisis para definir en la percepción y condición humana tres términos mutuamente interrelacionados: aspectos de lo real como aquello existente en el inconsciente que, como un núcleo duro, no puede ser expresado, lo cual en palabras del filósofo Witgenstein se manifestaría tal vez con la frase: “de lo que no se puede hablar mejor es callarse”; lo simbólico como un lenguaje relacional y significante; y lo imaginario como la relación consigo mismo, tal como los arquetipos del filósofo Carl Jung en el inconsciente colectivo, o lo visto en el propio espejo de sí, como lo dice el poeta Rimbeau, seguido por Lacan, el maestro inspirador de Žižek, mediante la expresión: “Yo soy otro” (“Je suis un autre“).
Para Žižek, al actuar muchas veces no se busca realmente lo que se desea sino que se anhela lo utópico o lo que debería ser y no es. Es el caso de los defensores del Capitalismo que debe convencer como un evangelio que le sirve a los ricos, o del antiguo Comunismo de .su patria, la vieja Yugoeslavia, que se ocupaba de una dicotomía entre fuerzas y relaciones de producción, que existen hoy en día de otra manera, más apabullante y dramática en cuanto el aprovechamiento de una plusvalía colectiva.
Si continuamos siendo revolucionarios en el pensar debemos reinventarnos continuamente ya que la alternativa al Capitalismo y al mercado resultó en Estados Totalitarios, en donde no se podía criticar ni pensar, ni menos crear.
Debemos entonces aprovechar lo conseguido en el pasado para adaptarlo a lo actual como por ejemplo el proyecto de salud del Presidente Obama para el pueblo norteamericano, según sistemas ya existentes en una Europa. socialista, o el sentido comunitario y colectivista de la antigua URSS, nunca la nostalgia utópica del orden impuesto por el muro de Berlín, ni la falta de iniciativas y menos su burocracia.
Como conclusión:
Slavoj Žižek afirma que los problemas de explotación y plusvalía que desarrolla el capitalismo están vigentes en su ideología como foro ético-religioso de los grandes poderes, por ejemplo en la explotación del medio ambiente por los más poderosos de la tierra en su aprovechamiento para exportarlo comercialmente al mundo. o el desarrollo de la biogenética a partir del conocimiento de la sabiduría de los débiles indígenas suramericanos para el comercio mundial de drogas o el robo intelectual a los artistas de la música , la literatura y la plástica, usada por las multinacionales capitalistas globales, del espectáculo y de las comunicaciones.