Por Joale Aristimuño | Venezuela.
Querido Niño Jesús ¿Que pasó Chuy?, espero no te moleste que te tutee, pero se me hace difícil hablarte de “usted”, es que desde que tengo uso de razón todo el mundo te llama “Niño”, y si eras un bebé cuando tenía 4 años, cuando recuerdo fue el primer regalo que me trajiste, entonces significa que si no eres menor que yo, por lo menos te conservas muy bien.
Confieso a los que también leerán esta carta que no te escribía como desde los 8 años, sí, “la ilusión” duró poco, pero eso no viene al caso, te escribo estas líneas porque creo justo, un reencuentro después de tantos años, no vengo a pedirte juguetes (o bueno sí, más adelante te comento) pero tampoco vengo a pedirte salud y la paz mundial, me imagino tu buzón lleno por solicitudes de las misses, por cierto ¡te botaste con esa creación!
Lo cierto es, que “más que pedirte, debo agradecerte” eso dice una imagen que he leído no más de 30 veces en Instagram y que guarda un profundo deseo, “obviamente también quiero pedirte, pero coje estas gracias en señal de educación” los deseos han cambiado, aunque nunca me trajiste el Niko que te pedí, supongo que no te gustó esa nota en el examen de matemáticas del 2do lapso en 3er grado, ¡No pudimos hacer nada! Ya ves, soy periodista y sigo odiando los números, aun me confundo cuando me toca pagar en mi sitio de comida rápida favorito.
Aunque no te pedí esa novia del año pasado, te agradezco por tu intención, no hablaré más al respecto, ¡Sí, la intención es lo que cuenta!… Dejé de ir a esas grandes edificaciones llamadas Iglesias, donde supuestamente vives, no por anticristo, sino porque pasaba calor, confieso que los cánticos religiosos no son de mi simpatía, sabes que aunque no siempre, te hablaba de vez en cuando, no te hagas el loco, sé que me ayudaste más de una vez, espero seguir contando contigo.
Lo cierto es, que sigo viendo gente pidiéndote cosas por redes sociales, y aunque di con una cuenta que lleva tu nombre @Dios, no twittea casi y se hace imposible hablar contigo, así que me sigo riendo de los movimientos que solicitan tus servicios a través de por lo menos Twitter, ¡Brother, si tienes cuenta, déjala por aquí, muchos te lo vamos a agradecer!
Pana, es injusto que sigas regalándole carros y joyas a los que ya perdieron la cuenta de cuanto tienen en el Banco, incluso, es injusto que sigas dándole cosas a los que no lo necesitan o a los que ni se imaginan que hacer con tus regalos, tu sabes de quienes políticos hablamos. Te propongo algo, a los venezolanos puedes regalarnos un poco de tolerancia mis hermanos y yo estamos hambrientos de esto, no importa el envoltorio, tampoco importa si llega tarde, pero trata de que sea antes del 2015, sino, envíalo con Melchor, Gaspar y Baltazar, ¡nunca es tarde!
Después de todo, no nos hemos portado tan mal, los que se fueron del país, siguen amándolo y los que están también lo aman, excepto algunos, como en todo, hay buenos y hay malos, pero seguro estoy que si nos regalas tolerancia, los que se fueron querrán volver y los que estamos, entenderemos que en este territorio, cabemos todos.
Quería dejar estar carta en el pesebre de mi casa, pero con todo este avance tecnológico de estas plataformas, al parecer también sirven de forma celestial, también era ilógico cerrar este texto así por así, por eso te dejo esta carta con los comentarios de mis amigos lectores, que colaborarán en la difusión y en la redacción del cierre de esta carta, ¿Verdad que sí? (Sí no eres El Niño Jesús, deja tus deseos y comentarios en el campo de acá abajo y comparte el artículo)