Tu rutina matutina es como acomodar una serie de fichas de dominó: organizas todo para el éxito, pero un movimiento en falso puede hacer que todo se derrumbe. Para establecer el tono adecuado para el resto del día, los expertos coinciden en que debes tratar de «ajustar» estos siete hábitos.
1. Presionar el botón Snooze
Seguramente, más de una vez te has visto tentado a robarle al día unos minutos más de sueño, pero debes saber que presionar el botón Snooze (botón de repetición) produce un impacto negativo en tu bienestar físico y emocional. «Físicamente, presionar el botón Snooze de la alarma te hace sentir atontado y menos productivo, porque te despiertas repetidamente de un sueño profundo», dice Joanna Kleinman, propietaria del Centro para Relaciones Extraordinarias; y agrega: «Emocionalmente, te preparas para llegar tarde, tener prisa y estar estresado toda la mañana». La solución es obvia: levantarte de la cama de inmediato (aunque te parezca imposible). «Si escuchamos a nuestras mentes diciéndonos lo que tenemos ganas de hacer, nunca podremos realizar los cambios positivos que necesitamos», explica Kleinman.
2. Revisar tus mensajes
Hacer esto, a primera hora de la mañana, estimula la autocrítica y los juicios en tu mente. «Tus correos electrónicos y mensajes de texto tratan sobre cosas que hay que hacer, cosas que hay que comprar, cosas que hay que agregar a tu lista de tareas pendientes», señala Kleinman. «Esto equivale a las cosas a las que otras personas quieren que prestes atención o a lo que tu mente dice que debes prestar atención». Incluso si dejas tu bandeja de entrada, y solo te apegas a Instagram, puedes dañar tu psique, porque las redes sociales hacen que te compares con otras personas. En pocas palabras, revisar tus mensajes a primera hora puede despertar a tu crítico interior. Para evitar abrir Twitter inmediatamente después de apagar la alarma, carga tu teléfono en otra habitación. Por último, comienza el día con un hábito de autoafirmación, como escribir un diario o meditar.
3. No planificar tu día
Si te despiertas y no tienes idea de lo que tienes programado, dónde tienes que estar o qué te vas a poner, entonces, tu día ya ha comenzado frenéticamente. El psicólogo y master coach certificado Joel Ingersoll recomienda organizar tu día la noche anterior. De esta manera, te sentirás renovado y listo para comenzar por la mañana.
4. Agua potable…
Es posible que desees una taza de café tan pronto como tus pies toquen el suelo, pero lo que tu cuerpo realmente necesita es un vaso de agua. Ingersoll explica que, como no incorporamos ningún líquido en nuestro sistema durante al menos seis (o, tal vez, ocho) horas, nuestros cuerpos están deshidratados. Puedes tomar el café (ver más abajo), pero tu cuerpo funcionará mejor, tendrás menos dolores de cabeza, menos fatiga y bolsas más pequeñas debajo de los ojos si bebes un vaso de agua primero.
5. … y café
No te sientas culpable por alcanzar la cafetera después de haber tomado el agua; en realidad, también es bueno para tu cuerpo. «El café es una gran fuente de antioxidantes y puede aumentar la energía y ayudar a estabilizar nuestro estado de ánimo», señala Ilyse Schapiro, dietista y nutricionista certificada; y añade: «También puede ayudar a mantener nuestro cerebro más sano y nuestra mente más aguda». Sin embargo, demasiado café no te hará ningún favor. Quédate con una o dos tazas al día y sé constante con la cantidad que bebes o, de lo contrario, comenzarás a tener dolores de cabeza y síntomas de abstinencia.
6. Saltarte el desayuno
¿Te han dicho antes que debes tomar un buen desayuno? Bien, eso es porque es importante. «Tomar un desayuno saludable que consista en nueces, frutas y avena satisfará a tu cerebro y te ayudará a superar un día difícil en la oficina», aconseja Bruno LoGreco, entrenador de vida y autor de Stop Sabotaging Your Life. Sin embargo, trata de evitar las rosquillas y los croissants, ya que estos te pueden provocar un subidón de azúcar, y seguramente no deseas que te dé un shock cuando llegues a tu lugar de trabajo.
7. Levantarte tarde
Un estudio publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología encontró que los madrugadores son más felices y tienen más éxito que los que se acuestan tarde. Suelen ser más proactivos, obtener mejores calificaciones y resolver más rápidamente los problemas. Así que, ya lo sabes, levántate temprano, pues tendrás más posibilidades de tener un excelente día.
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