Armar las valijas

Como todos los años, al llegar temporada de vacaciones, todos los viajeros se encuentran con el primer problema antes de partir: armar las Valijas. Sin lugar a dudas es un desafío para el olvidadizo, despreocupado o el que lo deja para último momento.

“¿Qué llevar?”

Esa es la cuestión. Ante esta situación debemos pensar qué vamos a necesitar durante los días que estaremos fuera de casa.

La ropa por supuesto, esto dependerá en parte del tamaño de la valija, pero recomiendo que no sea mucha. Con 3 o 4 conjuntos de remeras, mallas, pantalones y ropa interior entre otras cosas, a donde sea que vayamos podremos subsistir. Importante, conviene no olvidar en cada viaje  un abrigo, para no sufrir las consecuencias del exceso de refrigeración en aviones, colectivos o las bajas temperaturas en los destinos costeros o montañosos.

Es aconsejable además hacerse de un pequeño botiquín para prever situaciones ante cualquier eventualidad durante el trayecto o casos de suma urgencia. También una lista  variada de cosas se suman, objetos que serán de uso diario, muy útiles y que no debemos dejar pasar.

Primero, en mi caso, comenzaría eligiendo productos para el aseo personal, como cepillo de dientes, crema dental, set de afeitar, toallas, jabón y shampoos, en el caso de las mujeres se incluirán cremas, toallas femeninas y maquillaje. Si viajaremos por muchos días recomiendo elementos para lavar la ropa que llevaremos, aunque es un inconveniente menor ya que existen lavaderos que podrían solucionar este problema, por supuesto, eso dependerá  de cada viajero y del presupuesto que dispongamos.

En segundo lugar puede esta la tecnología como cámaras, celulares, cargadores de batería, computadoras, USB y tarjetas de memoria. Depende de cuánto queramos registrar de nuestra experiencia.

En última instancia dejamos libros, apuntes facultativos, juegos de cartas, instrumentos musicales y demás objetos que puedan animar momentos de ocio.

Como vengo remarcando, esta lista se arma a criterio propio de cada uno, solo constituye una pequeña ayuda básica para llevar lo justo y libera nuestra mente del fastidio que resulta de hacer valijas. Buena suerte… a disfrutar del viaje.