Latinoamérica, Televisión, Sensibilidad.
América Latina vuelve a estar de luto
43 estudiantes desaparecidos forzosamente en México, y la indignación que genera no cruza el límite de una mera exclamación de fastidio, un superfluo comentario en un bar o en una esquina.
¿Será que no entendemos que se trata del mismo suelo?
Aparece el cuerpo de Luciano Arruga sin vida.
El sionismo diezma Palestina.
Clausuran Centros Culturales en Capital Federal de Buenos Aires – Argentina, reprimen voces en Provincia.
Y toda esa información suena en nuestra vida como música de espera, sensación de un murmullo ajeno, un eterno parloteo.
¿Cómo puede ser que en un Pueblo castigado hasta el hartazgo por las injusticias siga impotente?
¿En qué momento lograron insensibilizarnos hasta tal punto que nuestras protestas sólo se basen en compartir una foto en Facebook?
¿Cuándo fue que borraron de nuestra mente a nombres como Monseñor Romero?
Esto responde a un mismo Poder, ese que logra la inmovilización, el individualismo más puro. “Sólo lo que a mí me sucede es lo que realmente pasa, el resto es habladuría cotidiana.”
El universo reducido a nuestro entorno, logrando que todas las noticias sean lo mismo.
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, gritan desgarradoramente algunas pancartas en México, y yo sólo escribo en una cómoda silla, con el estómago lleno, ajeno completamente al mundo.
Colmo del patetismo y la humillación.