Si te invitara a trasladarte en la nave del tiempo para viajar a la época de tu infancia y preguntarle a ese niño que un día fuiste sobre sus sueños, ¿Qué te diría? ¿Qué imaginaría en sus juegos?, ¿Cómo sería su mundo? ¿Qué historias se estaría contando?
Todos y cada uno estamos llenos de sueños y anhelos que quisiéramos cumplir. Esos que vienen viajando desde nuestra infancia. Sin embargo, con el pasar del tiempo, desafortunadamente para algunos la experiencia de aventurarse en su conquista se queda en el camino.
Los sueños son en esencia impulsos fundamentales y necesarios para darle color y sentido a nuestra existencia, son el motor de nuestras metas, y cada día pueden darnos la motivación para seguir. Tal como lo dijo Eleanor Roosevelt: “El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños.”
Transitar el viaje hacia la realización de tus sueños, requiere de coraje, valentía, disciplina, responsabilidad y determinación. No es algo que se logra de un día para otro, sino más bien exige un continuo compromiso de acciones con objetivos muy claros.
Salir del confort y entrar en la zona de aprendizaje
Cumplir los sueños exige entre muchas cosas desafiar nuestros estados de comodidad y confort, esa zona donde la rutina hace su mejor jugada evitando un verdadero crecimiento y evolución. Se trata más bien de asumir riesgos y trascender las fronteras de lo conocido para poder entrar en la zona de aprendizaje, la cual nos ayuda a rememorar aquellas motivaciones que una vez tuvimos de niños para impulsarnos nuevamente con todas las ganas en la creatividad y libertad de ser quien verdaderamente somos.
Pequeños pasos, grandes éxitos
Cada día puede ser una gran oportunidad, un paso para la concreción de lo que se anhela. En ese sentido, es muy importante definir objetivos específicos y sencillos que nos encaminan hacia las metas más globales que nos acercan a nuestros sueños.
Bien lo señala Anthony Robbins, coach líder y gran referente en el ámbito motivacional: “establecer metas es el primer paso para volver lo invisible en visible”. Si nos planteamos objetivos que nos impulsen a avanzar cada día, serán luego los grandes motores que nos para la acción y concreción de las metas.
¡Puedes cumplirlo!
He aquí algunos pasos fundamentales que pueden acercarnos a los sueños, tips que como semillas pueden germinar cada día hacia tu camino de éxito:
- Disponte de un tiempo para definir tu sueño de tal manera que puedas especificar cada detalle, puedes escribirlo, realizar un collage de fotos o imágenes que te permitan conectar con él permanentemente. Esto ayuda a que tu mente se sumerja en la experiencia de mirarlo cada vez con mayores posibilidades.
- Sé perseverante, no permitas que nada ni nadie te aleje de tus objetivos, insiste una y mil veces hasta lograrlo. Enfócate en tus recursos internos, dones y talentos.
- Actúa con flexibilidad ante los posibles errores o dificultades que se presentan. Recuerda que son oportunidades para crecer, desarrollar tu voluntad, compromiso y creatividad.
- Disfruta el paso a paso, ten paciencia. Es muy importante considerar no sólo el resultado final, sino también el proceso.
- Mantente alerta con tus pensamientos. Se observador constante de lo que surge en tu mente. Si aparecen “fantasmas” que intenten sabotear tus caminos, respira y conéctate con cada momento presente, pon el foco en tus acciones y sintonízate con pensamientos de optimismo, confianza y fe.
- Conecta con experiencias que te permitan estar en estados de motivación, bien sea a través de la lectura, la escritura, la meditación, ver películas inspiradoras o generar encuentros con personas que estén en tu misma vibración o sintonía.
- Celebra lo que vas logrando en el camino con algunas gratificaciones: una buena comida, salida al cine, recibir un masaje, comer un helado o comprarte algo de tu agrado. En este sentido tu alma de niño se sentirá muy feliz de haberlo logrado.
PODCAST: CÓMO LOGRAR NUESTROS SUEÑOS