El boxeo es un deporte en donde la aptitud física tiene un mayor nivel de importancia que las cualidades técnicas. Es normal que los mejores boxeadores del mundo dediquen varias horas de sus días al entrenamiento y fortalecimiento de sus cuerpos con el objetivo de resistir 12 asaltos (o 10, depende de lo que dure el combate), pero también lo hacen para obtener el peso necesario para la categoría en la que están compitiendo. Los cuatro organismos principales del deporte (AMB, CMB, FIB y OMB) se encargan de regular el rango de libras de las divisiones.
Sin embargo, existe un método para definir las libras de los boxeadores en el momento de una pelea. Se llama “peso pactado” (conocido en inglés como “catchweight”). Consiste en que ambos púgiles (por medio de un contrato) se presenten al pesaje con el mismo valor de kilos. El boxeador más popular es quien, generalmente, impone las condiciones del pacto.
Los pesos pactados son un daño a la competitividad del boxeo, ya que uno de los boxeadores de una pelea es obligado a dar un peso específico por medio de un contrato, sufriendo estragos en su condición física, mientras que el otro pugilista (normalmente más popular y con características físicas más favorables) no merma su físico.
Los pugilistas más perjudicados son aquellos que deben perder kilos para conseguir el peso pactado. Para ello deben realizar sacrificios importantes para poder cumplir con el nivel de libras requerido por el contrato. Dichos esfuerzos van desde la suspensión de consumo de alimentos y líquidos (deshidratación) hasta opciones más extremas como la pérdida de sangre. Esta combinación de factores provoca una excesiva disminución en la capacidad física de dichos deportistas, quienes realizan el combate sin la competitividad requerida.
En cuanto al boxeador que impone el contrato, no se encuentra perjudicado de ninguna forma. De hecho, el peso pactado le otorga una ventaja considerable en el aspecto físico.
Además cabe decir que los pugilistas que utilizan pesos pactados son (por defecto) los más reconocidos y promovidos por la prensa del boxeo. Por ejemplo, uno de los boxeadores más famosos del mundo es Manny Pacquiao. Su palmarés incluye un total de 17 títulos en ocho categorías diferentes. Sin embargo, hay dos casos en los que el filipino utilizó el “catchweight” para obtener ventajas físicas.
1) 14 de noviembre de 2009
Manny Pacquiao enfrentó a Miguel Cotto por el título wélter de la OMB en poder del puertorriqueño. La categoría va desde las 140.1 hasta las 147 libras, y el campeón defensor siempre defendió su cinturón con un peso de entre 146.5 y 147. El filipino, por contrato, obligó al oriundo de Caguas (Puerto Rico) a marcar en la balanza un total de 145, y teniendo en cuenta la diferencia de altura entre ellos (Cotto es 4 centímetros más alto que Pacquiao), al retador no le costó cumplir con el pacto, mientras que el otro pugilista tuvo que sacrificarse para ello. Todo esto se vio reflejado en el desempeño de ambos en el combate.
Resultado de la pelea: victoria de Manny Pacquiao por nocaut técnico en el round 12.
2) 13 de noviembre de 2010
Manny Pacquiao enfrentó a Antonio Margarito por el título superwélter de la CMB, cuyo último monarca había sido Sergio Martínez. La categoría va desde las 147.1 hasta las 154 libras, y el boxeador mexicano (siendo 14 centímetros más alto que el filipino) fue obligado a boxear en 150 libras, cuando se encontraba acostumbrado a realizar combates entre las 152 y 154. Nuevamente, el beneficiado fue Pacquiao, quien no tuvo inconvenientes para cumplir con el contrato, mientras que Margarito tuvo problemas para dar con el peso. El transcurso del combate es un reflejo de lo sucedido en el pesaje.
Resultado de la pelea: victoria de Manny Pacquiao por decisión unánime.
Por último se debe recordar que quienes deciden los rangos de libras que los boxeadores deben respetar para participar en determinadas categorías son las organizaciones de boxeo, ya que esa es la misión para la que fueron creadas. Forma parte de la regulación de sus reglas. Los pugilistas no deben poseer esa potestad. Y es en este momento en donde se debe plantear la siguiente pregunta: ¿Por qué un boxeador (ya sea Manny Pacquiao, Floyd Mayweather Jr., etc.) debe obligar a otro a dar un peso específico, cuando esa responsabilidad es de los organismos reguladores de ese deporte?
En resumen, un boxeador puede tener una buena condición física y excelentes habilidades técnicas. Todo esto no daña la competitividad del boxeo, de hecho la construye. El problema en este deporte sucede cuando un pugilista (impulsado por la necesidad de sacar ventajas y de preferir el dinero por sobre el honor) recurre a movimientos “fáciles” como los pesos pactados para “ganar el combate antes de comenzarlo”. Mientras se siga empleando esta metodología, la competencia de este deporte va a seguir estando en peligro de extinción.