Si en algún punto de tu vida has sentido la necesidad de crear algo por tu cuenta o la urgencia por devolverle algo a este mundo, entonces probablemente has considerado convertirte en un emprendedor o emprendedora.
Lo cual es increíble por en sí mismo, sin embargo, el emprender es una tarea ardua y muy retadora y todos pasamos por esos momentos donde queremos tirar la toalla y rendirnos. Pero eso esta bien, es perfectamente normal, lo importante es saberse sobreponer a esos sentimientos y seguir adelante. Así que de ante mano yo y el equipo de Entrepify te queremos felicitar por haber decidido emprender y si aún no lo has hecho entonces te incitamos a que lo hagas, pues ya verás lo enriquecedor que es.
La motivación es parte clave en las primeras etapas de cualquier proyecto de emprendimiento y si tu y tus compañeros han tenido problemas en mantener la moral a flote y seguir con las inmensas cantidades de trabajo que se tienen por delante, entonces nuevamente quiero decirte que no eres el único y es perfectamente normal. De hecho, estudios demuestran que por lo menos el 12% de las empresas fracasan durante los primeros dos años por falta de motivación, es por eso que desenvolveremos los secretos de la motivación para que tu y tu equipo puedan permanecer motivados incluso en los tiempos más oscuros.
Primero que nada, hay que entender que la motivación es como quemar cerillos, no importa que hagas o cuantos quemes eventualmente se terminará la caja y te quedarás a oscuras, la llama es muy débil y no dura. Y eso pasa por que la mayor parte de las personas utilizan como fuente principal a la motivación externa en lugar de la motivación interna. Esos son los dos tipos de motivación.
La motivación externa
La motivación externa puede ser descrita como todas las fuerzas que provienen del exterior o de la sociedad, véase la familia o los amigos. Son estigmas impuestos por la sociedad. Por ejemplo, la sociedad dice que para ser percibido como exitoso debes tener un auto lujoso, entonces comienzas a trabajar por dicho auto como loco porque inconscientemente quieres que las personas te perciban como alguien exitoso. Entonces pasa un día, dos, tres y tal vez cuatro; pero para el quinto día te sientes harto y cansado y decides que es mejor dejar eso atrás. Luego aparece un anuncio del nuevo celular y el proceso comienza de nuevo. Y no solo aplica para cosas materiales, otro ejemplo puede ser cuando éramos pequeños y la maestra nos decía que debíamos de estudiar para el examen para poder aprobar, pero en ese momento lo último que te interesa como niño es el examen por lo que no estudias o en el caso que decidieras estudiar lo haces de mala manera y un día antes del examen.
En el caso de los emprendedores, existen muchos motivos por los cuales una persona quisiera empezar su propia empresa, puede que quieran ser su propio jefe o tal vez no quieren ser hombres dependientes de un sueldo. Pero estas maneras de motivación no son duraderas y no tienen un efecto profundo y a largo plazo. Lo cual nos lleva al segundo tipo de motivación, la motivación interna.
La motivación interna
La motivación interna deriva de uno mismo y de los deseos más básicos como lo pueden ser los sueños o las aspiraciones. Recuerda cuando le querías pedir una cita a tu primera novia. No sabias que decir o hacer y sin embargo lo querías intentar porque estaba en tu mente día y noche. Y un día finalmente decidiste dar el paso y de manera extraña y algo vergonzosa le pediste una cita y ella dijo que sí. Y eso pasa porque el amor es un motivante muy poderoso, de los más poderosos de hecho y es un sentimiento básico. Otro ejemplo más dirigido al campo emprendedor es el sentimiento de autosuperación. No haces las cosas por alguien más sino porque te quieres probar algo a ti mismo y el sentimiento de poder decir si pude porque quise el algo bastante satisfactorio. Las fuentes de motivación interna deben de tener un significado profundo y personal. En el caso de los emprendedores deben de ser significativas para todo el equipo. Es en este punto donde entran la misión y la visión de la empresa. Donde muchos piensan que simplemente son palabras vacías, los fundadores deben entender y aplicar dichas frases para poder generar la pasión adecuada en sus empleados.
Pero incluso en un nivel más profundo que eso todas las compañías nacen de una idea y esta idea debe ser internalizada por el fundador no sólo debe de ser una cuestión de dinero sino una cuestión de ayudar a los demás y de proporcionar un servicio que resuelva una necesidad al tener una un propósito más profundo que generar dinero la motivación de los empleados se verá aumentada y por lo tanto las probabilidades de éxito también.
Por lo que en Entrepify te recomendamos que tu y tu equipo respondan a las siguientes preguntas para poder tener una visión más clara para que puedan ser guiados por ella:
- ¿Para qué hacemos esto?
- ¿A quién estamos ayudando con esto?
- ¿Cómo me siento cuando trabajo en esto?
- ¿Qué pasaría si no proveo de este producto o servicio?
- ¿Me apasiona este proyecto?
En conclusión, encontrar fuertes motivadores internos es la clave para mantener un nivel constante de motivación tanto personal como en el equipo. Estos principios deben ser lo suficientemente claros para que cualquier persona que se integre al equipo después de los fundadores pueda adoptar estos principios como suyos y de esta manera poder llevar a cabo las metas generales de la organización de manera más efectiva.