Por Laura Acevedo
Cada uno de nosotros, nace con un potencial capaz de tocar las más altas cimas de la plenitud. Desde más allá del nacimiento, se nos ha dado un germen, un conjunto de aptitudes y cualidades para hacerlas fructificar. Dentro de nosotros subyace una profunda sabiduría, a imagen y semejanza de la misma fuerza divina que nos ha creado.
Formamos parte de una infinita rama de posibilidades que podemos expresar a través de nuestra mente, el cerebro y sus redes neuronales, la capacidad del lenguaje y el poder de la palabra, las inteligencias múltiples, las innumerables emociones, la movilidad de nuestro cuerpo y su capacidad de sentir, expresar, sanar, la fuerza de la voluntad, los matices de nuestra imaginación e intuición. En fin; somos la expresión infinita de la misma energía creativa que nos configuró. Ilimitada, versátil, poderosa, única, sinérgica y latente.
Llegó el momento de despertar
Dormidos bajo el sedante de los condicionamientos educativos, sociales y culturales, es posible olvidar a veces que estamos dotados de verdadera inteligencia y de libertad para cocrear y ponernos al servicio de la vida, por ello es necesario vencer los miedos y limitaciones que impiden orientarnos hacia nuestro verdadero viaje de autorrealización. Identificar y reconocer estos puntos álgidos es un principal paso para poder desprogramarnos y despertar del sueño.
Renuncia al sentimiento de víctima
La gran diferencia entre las personas que se victimizan o no, radica en que los primeros de manera constante se quedan atrapados en percepciones del pasado lamentando y justificándose de que esas situaciones que le impiden avanzar, mientras que los otros, se conectan con el presente, cultivan el valor de la gratitud y se mantienen enfocados en sus propósitos, gestionando sus acciones para lograr lo que quieren.
Liberarse de los miedos
Un primer paso a la liberación consiste en identificar cuáles son los miedos que están bloqueando en la toma de acciones responsables para ir tras los sueños. En este sentido se hace útil asumir un tiempo para reflexionar de manera meditativa acerca de ellos, una opción puede ser hacer una lista que permita el compromiso de desafiarlos cada día a través del poder de la voluntad y el coraje, celebrando cada día el empeño y el esfuerzo.
Programación positiva
Existe una cantidad de formas que ayudan a programar el subconsciente de manera positiva, algunas de ellas son: la visualización creativa, las afirmaciones mentales o escritas, la técnica de mirarse al espejo, escribir un diario de gratitud, la autohipnosis, entre otras. Todas ellas tienen el propósito de conectar con la parte más valiosa de sí mismos, recordar nuestro potencial y asumir el poder personal.
Hoy puede ser un gran día para comenzar de nuevo y reconocer en esencia el gran potencial que nos habita, solo hay que atreverse a desafiarse a sí mismos y permitir que nuestros talentos expresen su mejor brillo.