Si bien para muchos la cuarentena obligatoria debido a la pandemia que azotó al mundo en 2020 ha sido una experiencia nueva y desafiante, en Japón esto, evitar contacto con otros, ha sido desde hace tiempo, una decisión que muchos han tomado sin virus de por medio.
En Japón, una encuesta impulsada por el gobierno, reveló que medio millón de personas viven como ermitaños modernos en la actualidad. El término local para ellos se conoce como: “hikikomori”: son solitarios que deciden retirarse de todo contacto social y, a menudo, no abandonan su casa en años.
Este síndrome, los especialistas lo asocian a la exigente y competitiva cultura que rodea a las comunidad nipona, decidiendo no salir de casa. Esto se suma al deseo de estar en soledad y la sensación de apatía y de inseguridad que les genera todo lo relacionado al mundo detrás de la puerta de su habitación. Este espacio, en la mayoría de los casos, reducido, les hace sentir “cómodos y seguros”.
¿Suena muy cercano?
El aislamiento social preventivo instaurado como ley en muchos países ha hecho revivir esta tendencia, no solo en Japón, sino además en occidente. Hoy se reportan casos de depresión post pandemia, donde las personas de diversas edades sienten temor por salir a la calle, si bien no por las mismas razones que un “hikikomori” pero sin duda bastante relacionado.
La salud mental es un tema serio y debemos aprender a identificarlo en nosotros y en los demás para tomar acciones que nos garanticen una nueva perspectiva y que protejan a quienes más queremos. Buscar ayuda profesional, siempre.