En los últimos años surgió un concepto que los profesionales del marketing online no dudamos en convertir en tendencia: el marketing de contenidos. Esta es una forma de marketing que, a través de la creación de contenidos de calidad, busca atraer a los potenciales clientes a la marca, en vez de acercar la marca a los potenciales clientes de una manera agresiva o invasiva, que es, si nos ponemos a pensar, lo que se solía hacer en las campañas tradicionales.
El marketing de contenidos se basa en una idea que me parece acertadísima, la de que, al ofrecer contenido de calidad, atractivo y de valor, nos posicionamos en la mente del consumidor como referentes del área profesional a la cual pertenecemos, logrando que el usuario sienta una mayor empatía con la marca que representamos y que, fundamentalmente, se sienta acompañado en cualquiera de las fases del proceso que hace a la relación marca/cliente.
Pero ¿acaso alcanza con generar contenidos de calidad para lograr una buena estrategia de marketing? Claro que no, hace falta también que el contenido generado tenga una buena difusión por todo el ecosistema online, es decir, que se publique en todas las plataformas con las que contemos (newsletters, podcasts, videos, blogs, redes sociales, etc.), de modo que al usuario no solo le sea fácil encontrar el contenido, sino también compartirlo en las redes sociales.
Es que en una sociedad digitalizada e interconectada como la nuestra, ofrecer contenidos de calidad y de valor a los consumidores no solo ayudará a jerarquizar nuestro sitio web y al resto de soportes online que utilizamos, sino que también nos permitirá alcanzar notoriedad de marca de manera sostenible en el tiempo.
Confieso que, desde que comprendí las nuevas preferencias de los consumidores, que claramente se manifiestan en su comportamiento digital, me incliné de inmediato por el marketing de contenidos, a tal punto que buena parte de la estrategia de marketing que utilizamos en Ridyn se basa en esta idea. Confieso también que, más allá de las innegables ventajas que tiene esta modalidad, lo que más me motiva es el desafío creativo que representa, pues, como se imaginarán, crear contenidos de la nada, implica ofertar cobertura a una amplia gama de temáticas, temáticas que los creativos (redactores, comunicadores, diseñadores, web masters, etc.) deberemos aprender a dominar.