LA LLEGADA DEL SEGUNDO HIJO
La llegada de un nuevo bebé a la familia siempre genera reacciones significativas para todos, de allí la importancia de revisar conscientemente los diferentes sentimientos o procesos que cada cual vive para poder afrontar este nuevo acontecimiento de la manera más armónica y feliz
Los sentimientos encontrados de la madre:
Son muchas las interrogantes que pueden surgir en la mente de una madre frente a la llegada del segundo bebé: ¿lo amaré tanto como a mi primer hijo? ¿Cómo puedo equilibrar mi tiempo para mí, mis hijos y mi pareja? ¿De qué manera puedo superar mis miedos y preocupaciones? Unidas a la tristeza posparto son situaciones que sin duda pueden asustarla.
Una manera de salir adelante con esta mezcla de emociones es reconocer algunas ventajas importantes de esta experiencia, que, si bien es nueva, jamás será como la llegada del primero.
1.- La primera ventaja tiene que ver con darse cuenta que ya se pasó por una experiencia de parto, el cual implicó satisfacer ciertas necesidades de tiempo, afecto organización, entre otras. De modo que, teniendo esta referencia, se puede elegir con mayor claridad las rutas y acciones precisas que pudieran facilitar el camino.
2.- La segunda ventaja es saber que se cuenta con un circulo más grande de contención. Ya no es sólo la energía del hombre como pareja, sino como cabeza de familia. Si bien el primer hijo “rompió” con esa estructura de pareja, al segundo le corresponde ampliarla. De manera que su acomodación puede ser más fácil.
La adaptación del hijo mayor
Los sentimientos del primer hijo van a depender en gran medida de cómo se haya manejado su cercanía o no durante todo el embarazo. Sin embargo, lo que si es cierto es que ya la atención de los padres no será sólo para él, lo cual puede generar celos o temores que es preciso saber atender.
Algunas orientaciones para integrar al primer hijo de manera amorosa pueden ser las siguientes:
- Permita la incorporación del hijo mayor en todos los aspectos referidos a organizar la llegada del nuevo bebé, por ejemplo: Llevarlo a salir de compras de su ropita, en el decorado de la habitación, juguetes, entre otros.
- Desarrolle actividades lúdicas para que su hijo pueda entender los cambios que están surgiendo en la familia. Los cuentos, dibujos o canciones son muy útiles en estos casos. Esta es una gran oportunidad para explicarle que el bebé va a requerir mucha atención cuando llore, duerma o necesite limpiarlo o comer, asegurándole que, aun así, seguirá quedando mucho tiempo y mucho amor para estar también con él.
- Háblele sobre la importancia de ser el hermano mayor. Cuando esté atendiendo al nuevo bebé puede pedirle que le ayude a traer el pañal, escoger la ropita y enseñarle los mimos que puede dar a su hermanito para que todos estén más tranquilos y seguros al compartir juntos.
- Dedicar un tiempo exclusivo para el hijo mayor es también clave para que no se sienta desplazado, lo ideal es respetar sus preferencias, pudiera ser en su cuarto, el parque u otros lugares que le apetecen, donde papá y especialmente mamá pueda disfrutar y compartir a solas con él.
Cambios en la relación de pareja
Convertirse en padres es quizás una de las experiencias más movilizadoras en la vida de una pareja ya que trae consigo cambios drásticos en todos los niveles Ofelia Salgueiro, miembro del equipo profesional del Instituto de Psicología Argentino señala al respecto que “Cada pareja sobrelleva este período como puede, la vida sexual se encuentra afectada, y es oportuno tomarse el tiempo necesario sin exigencias y con calma”.
En este sentido, encontrar nuevas maneras de vivir la intimidad desde esa unión sagrada del amor en pareja es crucial para mantener viva la llama del deseo y la pasión, entendiendo las fases de recuperación y adaptación físicas y emocionales tan necesarias durante este periodo.
Es muy importante la comprensión del hombre a los sentimientos encontrados de la madre. Muchos especialistas señalan que este proceso significa “la transformación de la mujer deseable en la madre intocable”; y en ocasiones, ella misma afirma que ahora se debe a su hijo.
De igual modo, durante el puerperio, la madre puede verse poco atractiva, sentir que el marido no la desea, y puede aparecer el miedo a ser engañada o abandonada: se encuentra tironeada por las demandas de su hijo y las necesidades de su esposo. De allí la importancia de un verdadero diálogo y comunicación abierta que permita mayor apoyo, entendimiento y replanteamiento de acciones que fortalezcan o reavivan la vida en pareja.