No recuerdo la última vez que trabajé para una única empresa. Quizá fue a finales del año 2000. Era redactor creativo en una agencia de comunicaciones en mi país (Venezuela). No puedo negar la emoción que sentí los primeros meses: «¡Wow, trabajo en una empresa que me paga por ser creativo, hacer campañas graciosas, escribir eslóganes pegajosos y hasta pintar por pintar!», pensé no bien comencé con mi actividad. Nada de eso ocurrió. El trabajo era tan monótono y estructurado que no había posibilidad de salirse de la línea, ya que los fundadores así lo proyectaron.
Recuerdo una tarde, mientras miraba por la ventana de mi oficina (tenía una hermosa vista), haberme preguntado ¿hasta cuándo estaré aquí? La vista no era suficiente, las ocho horas entre paredes grises me estaban aniquilando creativamente. Entonces, decidí organizar un evento sobre lo que más me apasiona: la radio. Desde los 15 años había trabajado en este medio como vendedor, productor, conductor e incluso director. Mi red de contactos era enorme, así que llamé a los mejores y los invité a participar como ponentes en el evento que yo organizaría. Debo decir que todo esto lo hice mientras estaba en la agencia de comunicación.
El día del evento llegó, y fue hermoso ver el fruto de algo que yo había hecho. Diseños, cronogramas, ponentes, música y personas que pagaron por ver lo que yo había programado. Esa tarde gané en efectivo lo equivalente a 4 meses de mi sueldo en ese momento. Era libre, ganar dinero haciendo «lo mío» era posible, sin horarios, sin presiones, sin canales y sin terceros que yo no deseara involucrar. Descubrí parte de lo que significaba trabajar freelance.
A eso me dediqué, a hacer lo que me gusta y ganar dinero por ello. Eso me dio tiempo para hacer cientos de cosas que me enriquecen y me hacen feliz. La más reciente fue haber fundado Ridyn y lograr materializar esa comunidad de artículos de interés y conocer gente interesante que está por todas partes del mundo, pero no puedo dejar de preguntarme qué me hubiese perdido de haber seguido en esa oficina gris con su hermosa vista.
Hoy quiero invitarte a explorar el trabajo freelance, ¿has pensando en aplicar esta modalidad o ya lo haces?
*Texto incluido en El tiempo y el lugar de las cosas.