Se ha creado una innovadora técnica de injerto de folículo piloso que soluciona úlceras crónicas. Las maravillas de la ciencia nos sorprende cada día.
El nuevo método llevado adelante por especialistas en Dermatología, con habilidades quirúrgicas del Hospital Italiano de Buenos Aires, consiste en la extracción de pelos con sus folículos del cuero cabelludo y su posterior implante en la zona afectada. ¿Por qué el pelo puede curar la lastimadura? La gran ventaja de los folículos pilosos es que contienen células madre y estas promueven la regeneración de la piel. Así, actúan como potentes estimuladores de la cicatrización, ayudando a cerrar la herida de manera más rápida y efectiva.
Tradicionalmente, el tratamiento de úlceras crónicas ha involucrado el uso de injertos de piel extraídos del abdomen o del muslo. Sin embargo, esta técnica conlleva ciertos desafíos, como la necesidad de anestesia en quirófano, potenciales complicaciones, la creación de una nueva herida en la zona donante y la posibilidad de que los injertos no funcionen.
Desde 2019, el equipo de especialistas del Hospital llevó adelante más de 60 procedimientos de este tipo y recientemente presentó un artículo, con esquemas, fotos y videos, para facilitar su implementación y que pueda ser replicado en diversos entornos clínicos a nivel mundial.
Procedimiento
Eso comienza con el diagnóstico de la causa de la úlcera: si es venosa, por presión, traumática, etcétera, para mejorar el lugar a tratar con especialistas de otras áreas si es necesario. En general, ese paso anterior a la intervención demanda un mes o mes y medio. La mayor cantidad de pacientes tratados en los últimos años tenían úlceras venosas. Con diminutos cilindros del cuero cabelludo, un equipo de dermatólogos utiliza folículos pilosos para cerrar úlceras en otras partes del cuerpo cuando esas heridas no responden al tratamiento convencional. Los injertos estimulan la formación de la última capa de la piel a través de las mismas células madre que intervienen en la regeneración del pelo.
Los resultados eran buenos pero eso dejaba pequeñas lesiones nuevas en el lugar de la extracción. Con las investigaciones sobre la potencialidad de los folículos pilosos para tratar este tipo de lesiones en la piel, modificaron la técnica que venían utilizando: reemplazaron los cilindros de 4 mm de diámetro obtenidos de la piel del muslo por otros de 2 mm del cuero cabelludo. Sin suturas, orificios diminutos quedan ocultos con el pelo del paciente y los tiempos de cicatrización del cuero cabelludo son más rápidos. Las conclusiones preliminares de la publicación científica que preparan a partir de la evaluación de esas decenas de intervenciones son altamente positivas: entre el 70% y el 80% de las heridas se cerraron satisfactoriamente en un término de tres meses, sin complicaciones significativas, ningún paciente requirió internación ni cuidados de alta complejidad ni hubo nuevas úlceras en la zona de los injertos.
Nuevas técnicas que revolucionan la medicina. No todo está perdido. ¿Qué opinas?