Muchos de nosotros hemos reflexionado en algún momento acerca de la necesidad de sentirnos más conectados con las personas verdaderamente importantes de nuestras vidas, aquellas personas con las que compartimos un vínculo familiar, aquellos amigos con los que tenemos sueños e intereses en común o aquellos compañeros con los que pasamos mucho tiempo durante nuestro horario laboral.
Pensando en esto, queremos que le eches un vistazo a estos siete consejos que seguramente te ayudarán a fortalecer tus relaciones:
1. Acepta las imperfecciones
Piénsalo bien, en los momentos en los que te has concentrado en las supuestas imperfecciones que tiene la otra persona, o en las tuyas, ¿qué tan cerca te has sentido de esa persona? Esta información se puede aplicar a diferentes tipos de relaciones, desde tu familia hasta tus colegas profesionales. Cuando estés en el trabajo, por ejemplo, trata de tener cuidado si una voz interior crítica te impide conectarte con los demás y también procura reconocer cuánto podrías ganar al revelar tu propia vulnerabilidad.
2. Ofrece tu verdadera presencia
Recuerda tus últimos encuentros con otras personas con las que te gustaría estar más cerca. Luego pregúntate: «¿Se sienten amadas las personas que amo?». Bien, la clave está en que se sientan así. Por lo tanto, la próxima vez que estés con alguien que es importante para ti, trata de ofrecerle tu verdadera presencia. Escucha lo que te está diciendo, mírala directamente a los ojos y trata de no juzgarla. Ya verás cómo todo cambia.
3. Hazte un tiempo para estar en soledad
Seguramente te estarás preguntando qué tiene que ver la soledad con estar más cerca de las personas que queremos. Bien, aunque te parezca extraño, para muchos autores, la soledad es el espacio donde nos encontramos con nosotros mismos para poder acercarnos a otras personas y formar vínculos reales. Cuando no somos capaces de estar en soledad, recurrimos a otras personas para sentirnos menos ansiosos o para sentirnos vivos y, cuando esto sucede, no podemos verlos como personas reales, sino como objetos a los que les exigimos que nos den las cosas que queremos. En cambio, pasar tiempo separados de los demás puede darnos el espacio que necesitamos para reflexionar sobre lo que más nos importa y, sobre todo, para recargar nuestras energías creativas y emocionales.
4. Averigua si eres «donante», «tomador» o «igualador»
Nuestras relaciones no se construyen instantáneamente, sino que se desarrollan y evolucionan a partir de todas las interacciones que tenemos con otras personas. Por lo tanto, si deseas estar más cerca de alguien, puedes ver cómo estás abordando estos intercambios, por menores que te parezcan. Adam Grant, psicólogo organizacional de la Wharton School of Business, se especializa en estudiar el comportamiento en el lugar de trabajo y clasifica a las personas en tres tipos: donantes (personas que constantemente intentan ayudar a alguien), tomadores (aquellos que se centran en lo que podrían recibir del intercambio) e igualadores (aquellos que tratan de mantener un equilibrio equilibrado entre el dar y el recibir). Como te imaginarás, de estos tres, son los tomadores los que más dificultades tienen para construir relaciones.
5. Abandona los viejos rencores y las creencias obsoletas
No solemos reevaluar nuestras relaciones, cultivar las que ya tenemos o reparar las que se han roto, sino hasta que algo malo sucede (muerte, enfermedad, divorcio, pérdida del trabajo, etc.). Pero lo cierto es que no tienes que esperar a que llegue una situación extrema para «sanar» las relaciones que te importan. Basta con que reconozcas que fueron en vano tantos años de creencias arraigadas y te comprometas a borrar viejos rencores. El resultado siempre será liberador, tan solo tienes que ser tú el que dé el primer paso.
6. No permitas que la política se entrometa
En la actualidad, las diferencias políticas pueden crear brechas difíciles de reparar entre familiares, amigos y colegas. Pero en lugar de conformarte con ver cómo tus relaciones se deterioran por culpa de la política, es mejor que utilices ciertas tácticas para hacerlas funcionar. Para empezar, no tomes los comentarios u opiniones de la otra persona como una ofensa a tus propios valores o creencias, pues, aunque a veces resulte difícil admitirlo, la relación que tengas con esa persona siempre será mucho más importante que ganar una acalorada discusión.
7. Comparte algo nuevo
¿Quién tiene tiempo para llamadas telefónicas de horas o almuerzos largos por la tarde? Hay tantas demandas compitiendo por nuestra atención que a menudo es fácil que las relaciones caigan al final de la lista de tareas pendientes. Pero mantenerlas no tiene por qué ser agotador. Con un poco de organización ya puedes lograr mucho. Haz un esfuerzo por planificar tus encuentros con tus amigos, pero antes de reunirte con ellos, envíales por correo algún libro en PDF o algún link algún LP que crees que disfrutarán, dándose así algo nuevo de qué hablar y sumando un nuevo interés en común. Los libros y la música, muchas veces, pueden más que mil palabras.