Siempre nos define todo aquello que la gente no ve, ni siquiera las personas más cercanas a nosotros.
Cada uno sabe hasta donde quiere llegar, y cuanto quiere arriesgar para lograr la meta, ese deseo de cumplir nuestros sueños, y que nos mantiene día a día más vivos que nunca.
Una buena base ancha y profunda, es el mejor soporte para sostener la altura que se desee alcanzar.
No son los buenos momentos los que nos identifican. Lo que realmente nos determina como personas es el “como aguantamos los malos momentos”, lo que aprendemos de ellos y que hacemos para superarlos.
Y entonces ¿Cómo podemos superar los “malos momentos”?
En lo personal, me esfuerzo todos los días para desarrollar mi motivación y mantenerla para poder lograr las cosas que me proponga.
En mi carrera, es fundamental tener un estado anímico bueno, Aunque en la vida siempre haya golpes. Y de eso se trata, de agarrar esos “golpes”, y aprender de ellos. Eso nos hace tener más experiencia.
Tengo una visión sobre las “crisis”, y es que son buenas. ¿Por qué? Porque nos hacen tocar fondo, experimentar lo que no queremos ser. Cuanto más bajo uno cae, más alto puede llegar. A mi no me gustaría ser una persona con trayectoria de “línea recta”, porque siempre estaría igual. El caer pronunciadamente, implica riesgo. Puede que no lo soportes y pases toda tu vida ahí abajo, lamentándote por cualquier cosa. O si realmente te esfuerzas y luchas por cambiar ese “mal momento”, puedes crecer aún más como persona, y la satisfacción de haberlo logrado te lleva a superarte a niveles que nunca te habrías imaginado.
No creo que la gente esté predeterminada para lograr algo. Cada persona es diferente, y puede lograr lo que sea si se lo propone, trabajando duro para conseguirlo. Y no me refiero a trabajar sólo físicamente, sino más que nada MENTALMENTE! Porque ahí está la clave, la verdadera fórmula para saber quiénes somos y a dónde queremos llegar.
Cada golpe es una lección, y cada lección nos enseña que la vida es dura, pero que vale la pena intentar ser feliz y realizar lo que cada uno sueña.
Un amigo, que es como mi hermano, un día me dijo que a mi siempre la vida me sonríe. A lo que le respondí que la vida poca veces me sonríe, que yo soy el que le sonríe a la vida. Que muchas veces doy más de lo que recibo, y que siempre pierdo más de lo que gano. Pero si no perdiera, no podría ganar jamás.
¿Río en mis crisis? CLARO QUE SI! ¿Por qué no hacerlo? Pudiendo elegir si estar bien o mal, ¿Por que elegiría estar mal? Puedo entender que estoy en un “mal momento”, pero mi mente está pensando: ¿Cómo puedo utilizar este mal momento para aprender algo nuevo? ¿Qué es lo que puedo hacer ahora para poder cambiar éste mal momento?
Y tu mente ¿está preparada para aprovechar los “malos momentos”?