Me ves…
Aunque pareces lejano, distante, obsoleto…
Me ves en cada paso del sendero muerto del dolor del desdichado,
me ves anclado de a poco en mi puerto de tristezas, de alegrías,
me ves en todas mis soledades y mis compañías…
Tú sabes de la queja errante de un emigrante perdido en Argentina,
sabes de los sueños rotos, de los remendados, de los escritos con tinta china
en la piel de quien los sueña, en la piel del que asesina
miedos, rabias, frustraciones, dolores y melancolías
con la fuerza que ha sobrado después ganar la vida
en la eterna y dura batalla del silencio que domina
nuestras mentes ahora errantes, que se creen las elegidas.
.
Puedo estar equivocado al declararme independiente,
todo depende de algo y casi nada es para siempre,
pero no gastaré más letras en olvidos permanentes,
prefiero decir que puedo e intentarlo… ¡Ser valiente!