¿Quién en algún momento de su vida no soñó con ir al espacio? Ya sea porque literalmente lo soñamos tras haber visto una de las películas de Star Wars en la que nos llevamos esas tres horas de estímulos y CGI hasta las tierras de Morfeo, ya sea porque siempre nos generó mucha curiosidad lo que hay más allá de las nubes, todos tuvimos alguna vez ese sueño. Yo me incluyo en lo segundo.
2020 fue un año particular para nuestras sociedades, pues podía sentirse en el aire la densidad que el miedo, la angustia y la incertidumbre habían acumulado en el entorno. En cualquier lugar había un cóctel de sentimientos compartidos, claramente, en respuesta a lo que el virus trajo a nuestras vidas. Para la mayoría, la rutina se detuvo con justa razón; pero, para otros, no.
Una vez terminado ese año, y dando paso a uno nuevo, comenzaron a darse a conocer algunos hechos que ocurrirían en 2021 y en los primeros tramos de 2022. Estos eventos vienen gestándose desde hace tiempo, pero es justo ahora cuando tendrán lugar, y parece que no habrá variante que pueda evitarlo. Uno de estos acontecimientos es la «conquista del espacio» en la modalidad de turismo espacial. Un viaje de ida y vuelta en el que nosotros (los mortales) podríamos vivir la experiencia de ver nuestro planeta y la profundidad del espacio, todo esto, ubicándonos en una breve, costosa y fascinante frontera espacial.
El primer lanzamiento oficial y televisado lo hizo Richard Branson, fundador de Virgin Group, un conglomerado multinacional que entre sus líneas de negocios incluye Virgin Galactic, empresa que, como te contaba, oferta viajes al espacio. Recuerdo que la transmisión la capté por mera casualidad. Si bien me atrae todo lo relacionado con el espacio exterior, en estos años, mis prioridades (como la de muchos), fueron por otro camino, como mantenernos sanos, cuidar a los nuestros, producir para no desvanecernos por la crisis mundial y vivir cada momento lo más plenamente posible, entre otras cosas. Para magnates como Branson, Bezos y Musk, claramente, las prioridades fueron otras. Estos tres mosqueteros son tendencia por su mediático objetivo de ir (y, según parece, llevarnos a todos) a ver la Tierra desde otro lugar.
Durante su viaje por la órbita, Branson pronunció unas palabras que quiero rescatar, porque, más allá de cuestionar si realmente logró llegar al espacio exterior, dejó un mensaje poderoso para las generaciones futuras: «A todos los niños de ahí fuera: Yo fui una vez un niño con un sueño que miraba hacia las estrellas. Ahora soy un adulto en una nave espacial… Si pudimos hacer esto, imagínense lo que ustedes pueden hacer».
Grandes palabras en un momento tan importante para el protagonista, pero también para los que soñamos con la experiencia de estar ahí o un poco más lejos.
Cuando las condiciones están dadas y la estrategia bien ejecutada, esto y todo lo que imagines puede hacerse realidad. Los recursos son una consecuencia de todo lo anterior, así que sigamos soñando con esa exploración al espacio o con cualquiera que otra cosa aquí en la Tierra y hagamos que todo suceda. Aun cuando el «enemigo silencioso» siga rondándonos.
Crédito de imagen: Lane Grant