Por Damián Kogan | Argentina
¿Cuántas veces nos han dicho que llevemos una lista de los productos que queremos comprar en el supermercado? ¿De dónde sale? ¿Por qué existe la famosa “listita”?
Empecemos. La lista de supermercado es muy importante para poder combatir al marketing, al supermercado y a una de las teorías de consumo más poderosa que es la “Teoría del Supermercadismo”.
¿Cómo funciona? Los productos se ubican de manera estratégica.
Pensemos lo siguiente: ¿Dónde está ubicada la leche? Al final y abajo. Lejos de la vista del cliente. ¿Por qué? Porque es un bien de primera necesidad, es algo que vamos a ir comprar siempre y necesitamos todos los días. ¿Y qué está arriba de la leche? Los yogures.
Los de primera marca y los que más le pagan al mercado, están a la altura de la vista para que los veamos todo el tiempo en nuestro paseo por el súper. Lo mismo pasa con el pan. Está al fondo porque es algo que vamos a ir a buscar. La carne y el pollo siguen la misma norma.
¿Qué es lo que está ubicado en las cajas?
Las pilas, algunas golosinas y afeitadoras. Son cosas que no vamos a ir a buscar al súper. Pero las vemos y sin saber por qué las necesitamos y las llevamos. En caso de que hubiésemos hecho una lista, estas cosas seguro no estaban.
Para reforzar más esta teoría y para los que aún no me creen: ¿Cuántos carritos entran por pasillo? Dos. De esta manera los carros van y vienen. No se cruzan ni pueden ir por el medio. Tienen que ir pegados a los productos y pasamos por todo el mercado hasta llegar a los bienes de primera necesidad. Si prestamos atención, vamos a desfilar por una especie de “revista de productos” todo el tiempo. Si no llevamos la lista, es probable que llevemos más cosas que “la revista” quiere que llevemos.
Si nos ponemos más puntillosos y finos, es probable que los productos que vimos una vez, estén en otro lado luego de 15 días. Con este fin lo que se busca es que el consumidor paseé por todo el lugar porque no encuentra lo que necesita. Se lo movieron.
Llevemos siempre una lista y pongámonos firmes frente a ella. No llevemos lo que no necesitamos porque el marketing funciona así. Siempre va a querer que gastemos. No pensemos que el negocio del supermercado es vendernos una gaseosa. El negocio es que la gaseosa de primera marca, pague por estar al frente de la competencia, a primera vista y adelante. La segunda marca esta más al fondo y arriba. Y las de tercera marca están debajo de todo casi sin verse.